El guardameta del equipo colombiano Deportivo Cali, Sebastián Blázquez jugó dos partidos con el peroné roto sin darse cuenta.
El portero pampero participó en dos encuentros infiltrado por dolores que tenía en la pierna izquierda y ya en el último de ellos tuvo que abandonar el encuentro.
Según el diario Marca, tras pasar una serie de pruebas médicas, diagnosticaron que el portero tenía el peroné roto; el club pensaba que sufría una contractura muscular
Blázquez reconoció inyectarse para jugar debido al fuerte dolor pero no se imaginaba que tenía una lesión tan grave.