Este es un caso extraño. En 10 años han sacado un disco y un EP. Son una banda itinerante que de repente existe y de repente no, pero dentro del imaginario roquero son un referente ubicable y quizás se deba a su inolvidable nombre: Quema Madera.
Ya desde el nombre anuncian a qué suenan: “Vivimos en un país dónde las influencias musicales tienden a ser muy extensas: hay ritmos, métricas, letras, historias citadinas, tratamos de retomar todas estas cosas y buscamos un sonido muy particular y lo hemos logrado poco a poco, así podemos considerar a la banda, desde el nombre, como un juego divertido, pero también tiene un lado profundo y contestatario”.
Con Miguel Angel Perez en la guitarra, Alejandro López en la batería y Rafael Valeriano en bajo y voz, este año presentan su tercer disco, producido de manera independiente por la banda y por Carlos Gómez, que ha trabajado con Dynamite y Bengala, entre otros. Para la banda el trabajar con alguien de formación popera representa la oportunidad de lograr una mezcla de sonido interesante.
Para este tercer disco cambiarán de nombre a los “Innombrables de Quema Madera” pues, en parte, acusan al nombre de la poca promoción que ha recibido la banda.
