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Adiós a Jon Stewart, el azote de políticos y medios en EU

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Tras más de 16 años y casi dos mil 600 emisiones, Jon Stewart se despidió este jueves del programa “The Daily Show”, un espacio referente de la televisión gracias a su mezcla de información y sátira contra el sistema político de Estados Unidos. 

Gracias a ello, Stewart ha conseguido a lo largo de los años una fiel audiencia, de 1.5 a 2 millones de espectadores cada noche, con un especial éxito entre la población joven y progresista.

“Cuatro noches a la semana durante 16 años, Jon Stewart (…) ha salido en antena a exponer nuestras ridiculeces cívicas. Ha sido heroico y persistente”, resumió David Remnick, el director de The New Yorker en una columna en el último número de la revista.

Stewart puede estar orgulloso de haber ganado 18 premios Emmy y algunos Peabody, su importancia cultural (¡ha estado con el presidente dentro y fuera del aire!) e incluso sus pleitos con Fox News. Ha tenido exitosos hijos como “The Colbert Report” y su popularidad lo ha llevado a presentar en dos ocasiones la gala de los Oscar.

Sin embargo, en paralelo a esos triunfos, el presentador se ha ganado muchos enemigos y críticos, principalmente en los sectores más conservadores, que le acusan de favorecer a la izquierda y de cebarse con los suyos.

FOX News, el Tea Party o George W. Bush han sido dianas habituales para Stewart, que pese a ello ha insistido siempre en su centrismo y en no tener vínculos con ningún partido político.

“Liberal y conservador han perdido su significado en Estados Unidos. Yo represento al centro distraído. Sólo mantenemos la distinción entre lo real y lo absurdamente falso”, dijo, al tiempo que agregó con humor: “Y nosotros somos absurdamente falsos”.

¿Quién va a criticarlo por querer dejar “The Daily Show” cuando todavía se encuentra en la cima?

Además, quizá se volvió demasiado fácil. En junio, cuando Donald Trump entró a la contienda presidencial, un alegre Stewart calificó esta candidatura digna de chistes como un regalo de despedida de Trump: “Me pone en una especie de hospital para comediantes terminales donde todo lo que me dan es morfina pura”.

“Algún día, cuando Trump sea presidente, todos miraremos atrás hacia esto y no nos reiremos”, señaló este miércoles en su cuenta en Twitter, que tiene más de tres millones de seguidores.

O q uizá se volvió demasiado difícil.

Cuando asumió “The Daily Show” en enero de 1999, la misión de Stewart era presentar un programa que se burlara de los noticieros y periodistas “reales”.

“Me gusta estar al tanto de las noticias”, dijo a AP en ese entonces, “aunque siento que se están fuera de control. Pero eso es lo que me gusta de ‘The Daily Show’: es como la separación de poderes”.

Pero hace unos meses en una entrevista, su tono fue más sombrío.

“Pienso que somos unos mineros de m….”, dijo. “Me pongo el casco y voy a excavar en la porquería. Ojalá que no me enferme de los pulmones”.

Una definición famosa de noticias: “Lo que la gente en el poder no quiere que sepas”.

En cambio, las brillantes “noticias falsas” de Stewart podrían definirse como “lo que la gente en el poder no quiere que pienses”.

Cuestionando siempre a la autoridad (sean políticos, empresarios, dueños de medios y claro, periodistas inflados), Stewart hizo lo que los escritores de sátiras han hecho por siglos: apeló al absurdo de la verdad aceptada.

Pero mientras que “The Daily Show” imitaba las fanfarrias y descargas de gráficos empleados por los noticieros “legítimos”, Stewart nunca llevó lo que estaba haciendo a un nivel grandilocuente.

“Nuestra reunión cada mañana es una discusión abierta sobre lo que pasa en el mundo”, dijo en 2004 en una entrevista con AP. “Pero el resto del día se pasa tratando de ocultar eso bajo capas de chistes sobre flatulencias”.

“The Daily Show” bajo Stewart presentó el argumento plausible de que tanto para el periodismo como para los asuntos públicos, lo falso es la nueva realidad, haciendo que los hechos y la fantasía fueran intercambiables. El programa de televisión se mantuvo como un haz de luz entre ambos puntos, un espacio privilegiado que le dio a Stewart una libertad casi infinita para burlarse de las cosas, incluso aunque trataba de encontrarles sentido en el proceso.

Según los analistas y varias encuestas publicadas en los últimos años, “The Daily Show” tiene una influencia importante en un buen número de votantes, que señalan el espacio como una de sus principales fuentes de noticias políticas.

Quizá Stewart llegó a la conclusión de que las cosas están más locas que nunca. Después de todo, ¿qué tanta locura puede resistir un hombre noche tras noche en busca de risas sin perder su propia cordura?

En junio, cuando reflexionó sobre la masacre en una iglesia negra de Charleston, Carolina del Sur, no hubo risas.

“Honestamente no siento nada más que tristeza”, dijo antes de predecir severamente que incluso entonces, después de cometerse una nueva atrocidad en Estados Unidos, “no hacemos nada” para unirnos por una solución.

“The Daily Show” ya existía antes de Stewart, que tomó las riendas en 1999 en sustitución de Craig Kilborn, y sobrevivirá a su rostro más conocido.

Ahora el programa estará a cargo de Trevor Noah, un cómico sudafricano de 31 años, para que éste analice la realidad nocturna mientras la nación se adentra en las campañas presidenciales de 2016.

7 frases más insólitas

La BBC resumió algunas de las frases que dieron vuelo a Stewart, aquí te las presentamos: 

  1. “No me voy a censurar para acomodar tu ignorancia” (Sobre sus puntos de vista). 
  1. “Internet no es más que el mundo pasándose notas en el salón de clases” (Sobre el auge del uso de la red). 
  1. “11-S comprobó que los terroristas no pueden quitarnos lo que nos hace estadounidenses; nuestra libertad, nuestros derechos. Eso sólo lo puede hacer el fiscal general John Ashcroft” (Sobre los nuevos poderes de gobierno). 
  1. “La tenemos… la evidencia. La potencial arma de destrucción masiva que hemos buscado como pretexto para invadir Irak. El único problema es que está en Corea del Norte” (Sobre la guerra de Irak). 
  1. “Si tu régimen no es lo suficientemente fuerte para soportar una broma, entonces, no tienes un régimen” (Sobre los gobiernos autoritarios). 
  1. Liberal y conservador han perdido su significado en Estados Unidos. Yo represento el centro distraído” (Sobre la política en EU). 
  1. Por qué será que si uno se aprovecha de una rebaja de impuestos uno es un empresario sagaz, pero si uno se aprovecha de algo para no pasar hambre, uno es un parásito” (Sobre la desigualdad). 

Con información de agencias

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