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César Millán, el "encantador de perros", logró hacer realidad el sueño americano

El entrenador de perros más famoso del mundo es orgullosamente mexicano, pero sabe que para lograr el éxito son pieza clave mucho trabajo, esfuerzo y aprendizaje 

Hay actores que pagan miles de pesos para que César Millán entrene a sus perros, pero la vida del adiestrador de perros no siempre fue tan glamurosa como ahora. César creció en Sinaloa y la granja en la que trabajaba con su abuelo fue donde aprendió a comunicarse con los animales. 

Por primera vez, César se encuentra de gira en Latinoamérica con el show Líder de la manada y, antes de su llegada a México, platicó con Publimetro sobre su carrera.

Tu historia es un ejemplo de superación, ¿fue difícil que se te abrieran las puertas siendo latino?

– Llegué a Estados Unidos de manera ilegal, sin dinero y sin hablar inglés. Hoy soy una estrella de televisión en todo el mundo y un escritor con libros publicados, así que creo que el sueño americano es posible. Tuve que trabajar mucho, pero también fue muy importante la confianza que depositaron en mí. Mi idea de lo que iba a hacer cambió cuando llegué aquí, pues pensé que los estadounidenses me iban a enseñar a entrenar perros, pero yo terminé enseñándoles a ellos.  

¿Alguna vez imaginaste que serías famoso entrenando perros o que te llevaría a estar nominado en los Emmy?

– Sólo me interesaba ser el mejor entrenador de perros del mundo, ése era mi sueño. No pensé en ser famoso o no hasta que, en una entrevista para el LA Times, me preguntaron por mi próxima meta y dije: “Quiero tener un programa de televisión”. Sucedió un domingo ¡y el lunes ya había una fila de productores en el Centro de Psicología para Perros!

¿Cómo interpretas los gestos de los canes?

– Ellos se comunican directamente, a través de la energía y el lenguaje corporal, en especial con las orejas, los ojos y la cola. Es la clave para entender lo que tratan de decir. Ellos no mienten, lo que muestran es lo que sienten.

Que un perro te mordiera sorprendió al público

– Probablemente te refieres a Holly, una golden retriever. Esa mordida, que está grabada, me recordó que había roto una de mis propias reglas. Holly era muy agresiva, me acerqué a ella demasiado rápido y en el momento equivocado. La puse en una situación en la que no le quedó más opción que atacarme. Lo importante fue conservar la calma y mantenerme firme. Le dije: “Está bien, me mordiste, pero sigo aquí. Agredirme no parece ser la solución”. Ésa fue la única vez que tuve que ir al hospital por una mordida.

Hay quienes consideran que tus técnicas de entrenamiento son agresivas, ¿qué dices al respecto?

– Nunca tengo la intención de ser agresivo. Trato de cambiar a los perros, básicamente, para salvarles la vida. Muchos malinterpretan lo que ven cuando toco a un perro con la mano o el pie, pero no es más que eso: un toque o un empujoncito. Las cosas que hago se basan en la manera en que los perros mismos se corrigen o se controlan entre ellos. Claro, uso las manos en lugar de los dientes. Si hiciera las cosas como una mamá perro, me pondría la cabeza de los cachorros en la boca y no creo que eso termine bien.

Viviste la pérdida de Daddy, ¿qué recomiendas para superar el duelo de tu mascota?

– No hay que ponerle un tiempo al duelo, pero sí hay que hacer todo un proceso para superarlo. Si es necesario, guarda por un tiempo las cosas que te lo recuerdan: su cama, sus juguetes y demás. Si tienes otras mascotas, la energía de tu duelo también las afectará. Finalmente, no adoptes otro perro hasta haber terminado el duelo y, cuando lo hagas, recuerda que el perro es “nuevo”. No trates de recrear la relación que tenías con el otro. Descubre una vida nueva con él.

¿Entrenarías otro tipo de animales?

– Sí, me encanta trabajar con otros animales y veo que crea un ambiente natural para los perros. En mi rancho en el Centro de Psicología para Perros tengo caninos, caballos, cabras, camaleones, gallinas y hasta una llama, pero los perros siempre son y serán mi objetivo principal.

¿Cómo aprendiste a educarlos?  

– Se lo debo todo a mi abuelo, que me enseñó a comprender a los animales de su granja, a respetarlos y a comunicarme con ellos. Para él, su fuente fue la naturaleza misma. Siempre me decía: “Trabaja junto con la madre naturaleza, nunca contra ella”. Aún sigo aprendiendo, cada encuentro con un perro me enseña algo nuevo. El primero que entrené en Estados Unidos fue un rottweiler llamado Psique, se puede decir que empecé a lo grande.

De gira en México

• 7 de noviembre. se presentará en el Auditorio Telmex en Zapopan, Jalisco, a las 20:00 y 21:00 horas.

• 9 de noviembre. Estará en el DF en el Palacio de los Deportes a las 12:00 y 18:00 horas.

• 14 de noviembre. Concluirá su visita en México en el Auditorio Banamex a las 20:00 horas.

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