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Sin duda, Kim Kardashian ya recuperó su figura ocho meses después de haber dado a luz a sus segundo hijo. La estrella televisiva, quien se encuentra de vacaciones en las playas de México acompañada de sus retoños North y Saint, fue captada por los paparazzis luciendo un bikini color nude. Esto, después de haber perdido 31 kilos (68 libras).
Hace unos días, la más famosa de las Kardashian había escrito en su cuenta de Twitter sobre el peso que había ganado durante el embarazo y que estaba lista y dispuesta para recuperar su figura. Kim tuvo que someterse a una estricta dieta y a una fuerte rutina de ejercicios y los resultados saltan a la vista.
Ahora que ha bajado considerablemente de peso, Kim Kardashian vuelve a ponerse sus mini bikinis y tangas para disfrutar del sol, la arena y el mar.
La esposa de Kanye West pasó el día de ayer en la playa de Punta Mita en Nayarit, México jugando con sus hijos mientras ella lucía el cuerpo que se le ha quedado tras adelgazar más de 30 kilos.
A través de su cuenta de Snapchat, la socialité también compartió algunos momentos de sus vacaciones, en la que la vemos en compañía de una de sus amigas. En esta red social, la «hot mama» escribIó: «Tres días en México y los paparazzi ya nos encontraron».
También, a través de Snapchat Kim presumió su famoso trasero en un video.
Kim está muy orgullosa de ella y su cuerpo. Y cómo no: está más delgada que cuando se embarazó de Saint.
Tras su primer embarazo, la propia Kim confesó el gran sufrimiento que le causaron las críticas a su figura. Sin embargo, el segundo fue muy distinto y, aunque no ha sido fácil, la constancia ha sido la clave para volver a lucir sus famosas curvas, las que tenía antes del nacimiento de North y Saint.
En Snapchat , la hermana de Khloé y Kourtney publicó; «Niños, ¿no les parece que mi cintura se ve como photoshopeada?, cuestionó en Snapchat mientras se veía en el espejo. «¡Es una locura! ¡Se está reduciendo!».
Además Kim ha anunciado que ha llegado a lo 56 kilos y medio (123 libras), a poco más de ocho meses de haber sido mamá por segunda ocasión. Incluso, su nuevo peso está por debajo de los 61 kilos (134 libras) que tenía antes de embarazarse de Saint.