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“A mis 42 años, disfruto de popularidad, una carrera y una vida familiar estable. Soy feliz”. Así respondió la actriz Melissa McCarthy a Rex Reed, crítico que publicó una reseña negativa de la película Ladrona de identidades en New York Observer, burlándose en particular de su exceso peso. Reed dijo precisamente que la actriz tenía el tamaño de un tractor (tractor-sized), que parece una hembra hipopótamo y que ha dedicado su corta carrera a ser obesa y desagradable.
En una entrevista concedida a The New York Times, McCarthy comentó que tales afirmaciones podrían haberla afectado a los 20 años, pero que ahora es muy feliz, con su marido, Ben Falcone, y con sus dos hijas, Vivian y Georgette, y que sólo pueden haber sido escritas por alguien que atraviesa un mal momento de su vida, y a mí me pasa lo contrario.
Aunque no corresponde al canon de belleza de Hollywood, Melissa McCarthy no deja de trabajar (se siente incluso culpable de trabajar tanto). En septiembre estrenará The Heat, una comedia de Paul Feig en la que comparte protagonismo con Sandra Bullock.
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