Todo comenzó con una cita que involucró un abogado, unas galletas de mariguana medicinal y un arresto a un actor en uno de los pasos migratorios de Texas. Armie Hammer, el actor que viene de una familia de empresarios exitosos, se propuso tener los derechos para explotar la vida de La Barbie, aquél narcotraficante que fue capturado hace unos años en México, extraditado a Estados Unidos y enjuiciado en Atlanta, hace unas semanas.
El trato duró tres años, pero Hammer ahora tiene los derechos para contar la historia de Édgar Valdéz en el cine, la televisión o donde quiera que se pueda explotar. Y todo, porque La Barbie es tal vez igual de vanidoso o más que Joaquín El Chapo Guzmán.
En una entrevista que Hammer le dio a BuzzFeed, el actor confirmó que tiene los derechos después de tres años de negociaciones, pero lo más interesante es saber cómo se conocieron ambos personajes.
Armie es famoso por haberle dado vida a Illya Kuryakin en la reciente cinta El Agente C.I.P.O.L., que fue estrenada el verano pasado, y antes de ello fue El Llanero Solitario, y tuco un papel en The Social Network; además, su familia es más bien de empresarios, y su abuelo fue uno de los filántropos más conocidos de la Guerra Fría en Estados Unidos
Como en cada historia que involucra delincuentes y actores, el encuentro sucedió después de que la esposa del estadounidense se reuniera con uno de los abogados más importantes de El Paso, luego de que Hammer fue detenido con tres galletas de mariguana en una garita, en Sierra Blanca, Texas.
La esposa de Armie, Elizabeth Chambers-Hammer, conductora de profesión e interesada en temas sociales, buscó entonces al abogado Kent Schaffer, a quien después de contarle sus planes para llevar la vida de La Barbie al cine, le pidió que ayudara a su esposo, quien estaba detenido.
Así, la trama se va tejiendo de tal modo que las entretelas para unir al narcotraficante con el actor no sucedieron enseguida, pues el proceso duró más de tres años y se facilitó hasta que La Barbie estuvo preso en Estados Unidos.
BuzzFeed menciona que una de las dificultades para reunirse con Valdéz Villarreal era que estaba preso en México, en el Penal de El Altiplano, pues además de ser considerado de alta peligrosidad, no se aceptaría algún recurso en nuestro país para que el actor se entrevistara con el criminal, condenado después a la extradición a Estados Unidos.
Pero, ¿cómo se interesaron los Hammer en la historia de La Barbie? El matrimonio leyó el perfil que le hizo la revista Rolling Stone en agosto de 2001, en el que destacaba el origen medianamente humilde de Valdéz en Texas, así como un paralelismo con la carrera de El Chapo, pero la de este criminal, más bien meteórica.
El rasgo que más les fascinó, dice Hammer, es que se notaba que había un gesto compasivo en este personaje que creció en la frontera entre México y Estados Unidos, y que para cuando lo apresaron era una especie de celebridad entre los narcotraficantes del sur de México, especialmente en Acapulco, el puerto mexicano que se distingue por su decadente brillo estelar.
Así, el trato con la familia de Édgar Valdéz y el compromiso de hacer una serie o una película contando la vida del narcotraficante, se vuelve un capítulo más en esa maraña que en México causa tanto escozor, pero que para Hollywood es un producto más de entretenimiento en el que varios sectores se ven beneficiados, pues al fin al cabo, la vida de La Barbie sí era de antología, y ahora la contará como a él le plazca.
Al menos, un narco ya tiene asegurado un lugar en la taquilla.
