Las sandalias de “pata de gallo” y los flats son zapatos que en los últimos años se han vuelto parte de la moda, no solo porque sean “cómodos” sino porque nuestros pies pueden respirar cuando hace calor, o bien, cuando queremos descansar de los zapatos altos.
No importa para qué las utilicemos, sino qué tanto las usamos ya que diversos estudios aseguran que el uso excesivo de este calzado afecta tu postura y daña diferentes partes de tu cuerpo.
De acuerdo con una investigación del National Foot Health Assessment de Estados Unidos, 78% de las mujeres mayores de 21 años han padecido problemas en los pies como consecuencia del uso excesivo de sandalias conocidas como “flip-flops” o “patas de gallo” y los flats.
Incluso, un estudio de la Universidad de Auburn sugiere que los zapatos bajos, como las sandalias, alteran la forma de caminar, es decir, las personas suelen arrugar los dedos para mantener el calzado en su lugar al dar el paso, mientras que el talón queda totalmente levantado.
Este movimiento estira la fascia plantar, que es un tejido conectivo que se extiende del talón al dedo pulgar del pie, lo que puede causar inflamación, dolor, espolones y cansancio, sobre todo en personas con sobrepeso.
De hecho, ni las sandalias ni los flats es un calzado que se deba usar como un zapato de uso cotidiano, pues aseguran diversos ortopedistas, que son incapaces de amortiguar el impacto contra las superficies duras como el cemento.
Ni muy altos ni sin tacón
El 39% de las mujeres usa tacones a diario. De estas, el 75% sufre algún tipo de dolor en el pie o tiene juanetes, artritis en el dedo gordo, callos, “dedo martillo” y verrugas plantares, explica el Dr. Pedro Cosculluela, cirujano ortopedista del Hospital Metodista en Houston.
La medida ideal de tacón es de 3 a 5 centímetros máximo, es la altura que soportan perfectamente tus piernas, rodillas y espalda.
Tu zapato ideal debe ser un guante
Para que un zapato sea de la medida correcta, el pie debe apoyar cómodamente desde la punta de los dedos hasta el talón. Es importante que el calzado tenga la forma necesaria para sostener el peso del cuerpo y que no tenga nada que pueda lastimar al pie.
Con información de El Diario de la Nena
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