El café contiene cafeína y el té, teína. Hoy se sabe de forma cierta que en ambos casos estamos hablando de una misma molécula, una base xántica, a la que se le han dado distintos nombres en función de la planta de procedencia.
Por lo que todo lo que decimos “que produce” la cafeína “lo produce” exactamente igual la teína. Con una salvedad: la rapidez de su acción.
Todas las bases xánticas se encuentran en la naturaleza unidas a otras moléculas, de las que tienen que separarse para encontrarse en forma activa, es decir, para poder desempeñar sus funciones. Esta es la diferencia entre ambas moléculas: la cafeína tarda menos en transformarse en su forma activa, que la teína. Los efectos de la cafeína son más rápidos en manifestarse, mientras que los efectos de la teína se perciben algo más tarde, sin embargo, son más duraderos en el tiempo.
Debido al tiempo requerido para la separación de otras moléculas que rodean a la cafeína, los efectos estimulantes del café expreso se perciben más rápidamente que los de un café de filtro.
En la naturaleza existen otras muchas plantas que también contienen cafeína, como son la yerba mate, la cola, y el cacao.
Contenido promedio de cafeína en algunos alimentos y bebidas
- 1 taza de café 85 – 130 mg
- Café soluble 60 – 85 mg
- C. descafeinado 3 – 6,5 mg
- 1 taza de té negro 45 – 75 mg
- Té instantáneo 30 mg
- Té frío 25 mg
- Té verde 24 – 48 mg
- Tisanas o infusiones 0 mg
- Bebidas de cola 30 – 55 mg
Recuerda que al consumir cafeína estás beneficiándote en los siguientes aspectos:
- Estimula el sistema nervioso central
- Retrasa la sensación de cansancio
- Aumenta la actividad cerebral
- Reduce la sensación de sueño
- Posee un efecto vasoconstrictor a nivel cerebral
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