Por Nancy Zamora
El Caribe mexicano ha recibido casi todos los adjetivos relacionados con la belleza y lo paradisiaco. Pero siempre existe un rinconcito que sintetiza o renueva nuestra concepción de esta zona del sureste de México: Holbox, una pequeña isla al norte de Quintana Roo, donde la vibración del aire y el tiempo se acompasan con tu corazón y hacen resonar la palabra amor en tu horizonte.
En lengua maya, holbox significa “hoyo negro”, cabo que permanece unido a la península de Yucatán gracias a una barra de arena. “Es un lugar mágico con paisajes excepcionales rodeados de especies exóticas”, comenta Bárbara Hernández, ambientalista y empresaria mexicana, fundadora de Las Nubes de Holbox (www.lasnubesdeholbox.com).
Desde el comedor del hotel, mientras tomas una bebida refrescante, puedes ver pasar flamencos y pelícanos, además de delfines y mantarrayas enormes, los cuales desde las olas de agua cristalina te ofrecen un asombroso espectáculo. “Los mejores atardeceres del mar Caribe están en esta isla de ensueño”. Y si los compartes en pareja, mejor.
Eso no lo ves en ningún otro lugar: “Para mí, Holbox es el mar más bonito de la región, lleno de animales y naturaleza”, expresa Bárbara, quien además dirige la fundación Pedro y Elena Hernández AC, que cuida a los flamencos de la zona y especies en peligro de extinción de todo el país.
Como en el cielo
Inaugurado en 2010, Las Nubes de Holbox es un hotel sustentable con habitaciones de diseño minimalista y apegado a la naturaleza: “Ecochic”. Cuenta con alberca, spa, renta de bicicletas y equipo para hacer kayak y stand up pattle —deporte similar al surf, pero se utilizan remos—.
Para consentir tu paladar, sólo basta probar la especialidad del chef en cocina italiana del mar: pastas, pescados a las hiervas o camarones en paprika. “Lo que traemos del mar es muy fresco, porque no se refrigera, es de aquí mismo”, dice Hernández.
Nado con el tiburón ballena
De las nubes es necesario aterrizar en altamar para que vivan la experiencia de nadar con el tiburón ballena: el pez más grande que existe en el mundo, puede llegar a medir hasta 15 metros de largo. Es un animal inofensivo para el ser humano, pues se alimenta de plancton y pequeños crustáceos.
El recorrido consiste en un paseo en lancha, en el que puedes nadar y esnorquelear con este tiburón que visita la isla de Holbox cada año, desde finales de mayo hasta los primeros días de septiembre.
¿Cómo llegar?
Del aeropuerto de Cancún se debe llegar al puerto de Chiquilá, de ahí se toma el ferry —para un trayecto de 20 minutos—, con el objetivo de cruzar la laguna Yalahau. No se debe tomar la autopista Cancún-Mérida, porque no hay salida para Holbox.
Considéralo
Dentro de la isla de Holbox las calles son de arena blanca y no hay pavimento. Los medios tradicionales de transporte son los carros de golf, la bicicleta o andar a pie.
La tradición
Qué mejor recuerdo de Holbox que una hamaca. La zona es una importante productora de estas camas flotantes, tanto de nylon como de algodón.
También se elaboran cestos y piezas con tallado de madera y artesanías que no se encuentran fuera de la península de Yucatán.
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