Estilo de vida

Viajar en femenino

Piérdele el miedo a viajar sola

Por: Paola Vela

 

¿Viajas sola? ¿Y no te da miedo? Siguen siendo las preguntas a las que seguimos respondiendo cada vez que nos aventuramos a una travesía por nuestra cuenta.

Lo cierto es que, cada vez con mayor frecuencia, las mujeres decidimos tomar nuestra maleta y entregarnos al encanto de convertirnos en trotamundos.

Aproximarse a una cultura de manera mucho más íntima, interactuar más profundamente con gente nueva y conocer cada vez más detalles de nuestra personalidad, son los regalos que se obtienen al realizar una travesía en soledad.

Para quienes somos amantes de viajar solas, las reglas del juego son sencillas, pero implacables: siempre hay que reservar con anticipación el hotel en el que nos hospedaremos (sobre todo en estos tiempos en los que al pasar migración hay que tener casi todos los detalles de nuestro itinerario); se debe tener asegurado el primer transporte, el que nos llevará del aeropuerto o de la central de autobuses a nuestra estancia (más si es la primera vez que vamos a cierto destino); hay que platicar con todas las personas con quienes nos interese conversar, pero siendo observadoras y guardando distancia y, es especial, debemos mantener una actitud firme y segura ante cualquier situación.

“Si algo no me gusta, soy ruda a la hora de expresarme, dejo en claro que no estoy jugando”, afirma Karla Solano, una viajera empedernida que ha recorrido diversas partes del mundo desde los 23 años.

 

Un disfrute privilegiado

Para la escritora Patricia Rodríguez (1945), autora del libro Mujeres de viaje (editorial Norma, 2009), es indispensable que disfrutemos este derecho que ahora tenemos para recorrer el mundo e ir a donde queramos, porque en un pasado no tan remoto viajar era el privilegio de una minoría, y la aventura estaba reservada sólo para los hombres.

“Viajo sola porque me seduce la idea de no negociar, de vencer mis miedos y ver qué tan lejos puedo llegar con mis propias estrategias. Me gusta conocer gente nueva, hablar con todos los que me rodean y construir redes de amistad por diferentes lugares; tener la libertad de darme mis espacios para descansar sin sentirme culpable por modificar el itinerario de otros”, dice la narradora, quien en su obra recopiló una serie de anécdotas y consejos de viajes dirigidos a mujeres.

Según la experiencia de esta escritora —que a sus 67 años sigue recorriendo el mundo—, las mujeres que viajamos solas no corremos ningún peligro, siempre y cuando aprendamos a usar la cabeza y no sólo la pasión por experimentarlo todo.

Ellas viajan solas

Algunos consejos para recorrer el mundo con plena seguridad:

·       Déjale dicho a alguien de confianza cuál será tu itinerario, dónde estarás y en qué hoteles te hospedarás.

·       No olvides los teléfonos de embajadas y consulados de México en los lugares que estés, así como contactos de amigos o familiares.

·       Evita andar sola de noche; si tienes ganas de salir a un bar, júntate con otras mujeres.

·       Ten en cuenta la forma local de vestir e imítala. Procura no llamar la atención en actitud o manera de vestir.

·       Siempre empaca una mascada o una pashmina, sobre todo si viajas a Medio Oriente, donde puedes usarla en la cabeza cuando entres a templos o lugares sagrados. (Y ya que hablamos de empacar… No necesitas tantos pares de zapatos, ¿o sí?)

·       Pide taxis seguros por la noche.

·       Muévete con confianza aunque estés perdida. Sigue tu intuición y pregunta sólo a quien te dé confianza.

·       Si necesitas mentir, hazlo, no todos tienen que saber que viajas sola. Si te sientes insegura, di que pronto llegará tu compañía o habla en plural: “Llegamos ayer…”.

·       Lleva poco equipaje, recuerda que lo cargarás sin ayuda.

·       Viaja comunicada, con un teléfono celular o un gadget con el que te puedas conectar a Internet.

Lleva una tarjeta con la dirección a la que vas claramente escrita. 

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