Trump caliente

Ahora decidió salirse del Acuerdo de París, que compromete a 195 países a enfrentar el problema del cambio climático

¡Una más de Donald Trump! Ahora decidió salirse del Acuerdo de París, que compromete a 195 países a enfrentar el problema del cambio climático.

Este acuerdo busca reducir la emisión de gases de efecto invernadero y evitar que la temperatura del planeta suba más de dos grados centígrados al año.

De acuerdo con sus razonamientos de renuncia, es más importante la gente que vive en Estados Unidos que el fenómeno ambiental mundial, en el que no cree que haya metido las manos el hombre. Expresó que está dispuesto a negociar otro mecanismo, siempre y cuando, éste sea benéfico para sus trabajadores, contribuyentes y empresas.

Su retirada es crítica, aunque no sorprendió del todo, debido a que en muchas ocasiones anteriores se burló del asunto. La decisión denota una ignorancia y mezquindad, pues los efectos del cambio climático incluyen además del aumento en las temperaturas globales, el incremento en los niveles del mar, un cambio profundo en los patrones de las precipitaciones y la expansión de los desiertos subtropicales.

La presencia de olas de calor, sequías, lluvias torrenciales y fuertes nevadas, no sólo podrían implicar riesgos a la seguridad alimentaria por la destrucción de cosechas, sino la pérdida de hábitat por inundaciones y la extinción de múltiples especies.

Desoyó la insistencia de permanecer en la toma de decisiones, de la Unión Europea, de la Organización de las Naciones Unidas y de gigantes industriales preocupados por combatir el problema. Se limitó a escuchar su propia voz y la de sus asesores, que piensan como él, que se trata de un engaño de otras grandes potencias para beneficiarse con lo que Estados Unidos pueda aportarles. Con esta decisión, Trump se ha convertido en enemigo de la ciencia.

La acción de Donald, como era de esperarse, indignó a la comunidad internacional, y es que el cambio climático no es un engaño, y es nuestra obligación hacer todo lo que esté en nuestras manos para combatirlo.

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Mientras tanto, México, señalado entre los 10 países más contaminados del orbe, podría impulsar decididamente las energías renovables y la innovación energética.

Desde la trinchera del Senado, ya en 2015 logramos destrabar la Ley de Transición Energética, que busca generar el 35% de nuestra electricidad con energías limpias, para el año 2024.

Hacia adelante, tenemos que trabajar para que el 80% del presupuesto de investigación y desarrollo en energía, se invierta en el sector renovable, y no en el sector del gas y el petróleo, como ocurre hoy.

Hay que apostarle al futuro, no al pasado de la energía fósil.

Un gran ejemplo a seguir es el estado norteamericano de California, que tiene un plan para generar 100% de su energía con fuentes renovables para el año 2045.

Por eso hemos estado trabajando con Kevin de León, el presidente del Senado de California, para armar una alianza con México y avanzar más rápido en esta dirección.

Los errores de Trump abren a México la puerta para ser parte de un nuevo liderazgo en el mundo, en esta materia. Es un momento histórico, que debemos aprovechar.

Si queremos dejar un planeta saludable para todas las generaciones que vienen, debemos dar esta batalla hoy.

Afortunadamente, contamos con muchos aliados a nivel global que quieren hacerlo, y quizá hasta logremos que Trump cambie de opinión.
Esta tarea es de todos, y ¿tú qué estás haciendo para construir un “México verde”, en armonía con el medio ambiente?

 

 

* Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las escribe y firma, y no representan el punto de vista de Publimetro.

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