El robo, clonación y fraudes con plásticos bancarios son delitos que se disparan hasta 30% durante las épocas de alto consumo y mayor disposición de efectivo entre la población, como el pago del aguinaldo, bonos de ahorro, vacaciones de fin de año y compras de temporada.
Un estudio de la firma de seguridad CPP reveló que 32% de los mexicanos han sido víctimas de alguno de estos ilícitos. Para evitar riesgos, la Condusef y la Asociación de Bancos de México (ABM) te recomiendan:
1. Nunca vayas solo y elige una terminal segura
Si realizas una consulta, pago o retiro, no vayas solo; procura ir acompañado de un familiar, amigo o persona de toda tu confianza.
De preferencia, realiza cualquier operación en las terminales ubicadas en los centros comerciales o plazas públicas donde haya policías, personal de seguridad privada y público en general que puedan ayudarte en caso de una emergencia.
2. Cuida tus claves
Es muy importante que protejas tus claves confidenciales. El Número de Identificación Personal (NIP) es necesario y obligatorio para llevar a cabo operaciones en cajeros automáticos o disponer de efectivo en las ventanillas bancarias; por ello no lo proporciones a nadie y cámbialo, por lo menos, una vez cada seis meses.
Para entrar o salir de dichas instalaciones no necesitas digitar tu NIP, insertar o deslizar tu tarjeta en la puerta. Si hay un dispositivo extraño, busca otro ATM, porque puedes sufrir la clonación de tu plástico.
3. Checa que no haya nada extraño
Antes de introducir el plástico en el cajero, verifica que la ranura y el dispensador de efectivo no tengan aditamentos. Los delincuentes colocan lectores (pequeñas cajas) para robar los datos y claves del carné. Sigue las instrucciones que aparecen en pantalla; haz caso omiso a personas, carteles, artefactos o indicaciones ajenas. Al digitar el NIP, cubre el teclado para evitar que sea visto.
4. Huye a los desconocidos
No aceptes ayuda de desconocidos ni consejos de un tercero, ya que hay muchos delincuentes que usan esta táctica para acercarse a sus víctimas, acorralarlas y robarles.
Si eres un adulto mayor o no conoces cómo funcionan los cajeros, lo más recomendable es solicitar ayuda al personal bancario –que usualmente está en la entrada del establecimiento– o retirarte.
Reporta cualquier anomalía al personal de seguridad, a la policía de tu localidad o al banco.
5. Extrema las precauciones
Guarda tu tarjeta y dinero antes de salir del cajero y procura no dejar dentro de éste los comprobantes de tus operaciones; mejor destrúyelos.
De igual forma cerciórete de que no haya alguna persona sospechosa que te esté vigilando o intente seguirte. Si ello sucede, camina hacia una zona concurrida, entra a un establecimiento, busca alguna patrulla o pide ayuda en una caseta de vigilancia.
6. Evita las ocasiones de riesgo
Antes de realizar una transacción, prepárate para salir rápido, pon las llaves del auto en un lugar de fácil acceso donde las encuentres rápidamente, en alguna parte de tus bolsillos o bolso que no implique una demora al momento de buscarlas. De esta forma evitarás la exposición a los delincuentes o que alguien más te tome por sorpresa.
7. Reporta cualquier anomalía
Usa cajeros que estén bien iluminados, en avenidas principales o concurridas y con vigilancia. Nunca realices transacciones en terminales vandalizadas, que tengan daños en su estructura, pintas, vidrios rotos o residuos de pegamento.
Es muy importante que si notas algo inusual, desde personas y aparatos que no sean parte del cajero hasta alguna luminaria que no funciona, lo reportes a tu banco.
8. Cambia tus hábitos
Las autoridades y cuerpos de seguridad sugieren: no realices retiros menores a cinco mil pesos y no acudas siempre al mismo cajero. Es importante cambiar los hábitos para cerrar la puerta a cualquier intención de asalto.
También es muy importante cambiar, al menos, cada tres meses tus claves de acceso a tus tarjetas bancarias. Éstas deben estar integradas por ocho caracteres: letras, números y símbolos.
