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A 10 años, ¿la guerra en Irak valió la pena?

“El pueblo de Estados Unidos, nuestros amigos y aliados no vivirán a merced de un régimen forajido que amenace la paz con armas de destrucción masiva”, declaraba el entonces presidente George W. Bush, durante un sombrío discurso en televisión el 19 de marzo de 2003.

Alejandro Villatoro,  en ese entonces de 20 años, fue uno de los primeros soldados en llegar. “Estuve listo para matar en aras de la libertad”, explicó. “Pero los problemas iniciaron casi enseguida. Cuando invadimos empezamos a oír informes de que no había armas de destrucción masiva y ningún vínculo de Al-Qaeda”.

Desde entonces la guerra de Irak y la guerra de Vietnam se han convertido en las más polémicas en la historia de Estados Unidos. 

No se han encontrado armas de destrucción masiva, la guerra ha cobrado las vidas de casi cuatro mil 500 soldados estadounidenses, unos 350 soldados de otros países de la coalición y alrededor de 110 mil iraquíes civiles. Además del costo millonario para los contribuyentes de Estados Unidos

A pesar de la “buena voluntad” por salvar al pueblo oprimido de la dictadura, las fuerzas de la coalición eran ocupantes no deseados. 

Villatoro recuerda: “A menudo había niños que hacían frenar los convoyes, supuestamente para emboscarnos, por lo que nos dijeron que debíamos seguir conduciendo. Luego me di cuenta de que nos bloqueaban para pedir comida. Cuando regresé a casa, no dejaba de pensar: ¿Cómo fuimos capaces de destruir tanto?”.

Las vidas de las mujeres, en particular, han sido destruidas, argumenta Yanar Mohammed, quien dirige un refugio en Bagdad: “Antes de la guerra no había tal cosa como el islamismo y la poligamia. Ahora es algo muy común tener muchas mujeres; el Gobierno incluso lo alienta, especialmente en niñas adolescentes. Irak es un mal lugar para nosotras”, señala.

Aun así, en 2011 la mayoría de los ciudadanos estadounidenses afirmó que Estados Unidos, “en su gran mayoría, logró” alcanzar sus objetivos en Irak. De hecho, este país ahora tiene un Parlamento elegido democráticamente y un Gobierno relativamente benigno. Las últimas tropas de combate estadounidenses se marcharon de Irak en 2011.  

En cuanto a Villatoro, permaneció en el Ejército y sirvió en Irak y Afganistán, pero se convirtió en un opositor declarado de la guerra. 

“Y esto todavía no ha terminado”, suspira mientras habla. “He intentado suicidarme. Es increíble pero hemos perdido más soldados por suicidio que en combate”, concluyó.     

Análisis

¿Quién convenció a EU?

A principios de 2003, me encontré con el segundo al mando del Consejo Nacional Iraquí (INC, en inglés) en un evento en Wa-shington. Varios días más tarde coincidimos en una entrevista en la oficina de la INC, en el Capitolio. Durante nuestra conversación, Ahmed Chalabi, jefe de la INC, sin conocerme, me dijo “hola”.

Chalabi es, por mucho,  la razón por la que Estados Unidos invadió Irak. A través de una presión política extremadamente eficiente y una red de fuentes, él convenció a los líderes estadounidenses de que Al-Qaeda tenía campos de entrenamiento en ese país, que Saddam Hussein era aliado de Osama bin Laden y que estaba tratando de construir armas nucleares. Chalabi había vivido exiliado en EU durante casi dos décadas, pero afirmó tener buenas fuentes en su país. Cuando la CIA revisó su información con suspicacia, él se dirigió directamente a los legisladores en el Capitolio. Y al final, Bush y el secretario de Estado, Colin Powell, utilizaron la información de Chalabi para argumentarse a favor de la invasión. 

Estaba claro: EU iría a la guerra contra Irak. Años después Chalabi fue invitado a unirse al nuevo Gobierno iraquí y quedó en evidencia que había inventado parte de la información. La mayor tragedia de la guerra de Irak, además de las numerosas víctimas, es quizás un maquinador sin escrúpulos que engañó a la nación norteamericana. 

La línea del tiempo de la Guerra de Irak

17 de marzo 2003

El presidente Bush da a Saddam Hussein y sus hijos Uday y Qusay 48 horas para renunciar y abandonar Irak.

19 de marzo 2003

Los Estados Unidos le declaran la guerra contra Irak. Comienza el bombardeo a Bagdad y las fuerzas de tierra invaden.

9 de abril de 2003

Las tropas estadounidenses se apoderan de Bagdad. Los marines estadounidenses derriban la estatua gigante de la ciudad de Saddam Hussein.

1 de mayo de 2003

El presidente George W. Bush declara que “las principales operaciones de combate han terminado”.

Junio, julio, agosto, 2003

Crece la insurgencia contra las tropas de la coalición.

13 de diciembre de 2003

Saddam Hussein es capturado.

Enero de 2005

Primeras elecciones libres.

30 de diciembre de 2006

Saddam Hussein es ejecutado por ahorcamiento tras ser declarado culpable de matar a 148 chiítas entre hombres y niños.

18 de noviembre 2008

Los Estados Unidos y el Gobierno iraquí firman un acuerdo que estipula que las tropas estadounidenses se retirarán a finales de 2011.

14 de diciembre 2011

Las últimas tropas de Estados Unidos regresan a casa.

 

 

ENTREVISTA

Embajador Joseph Wilson

POR: Elisabeth Braw/MWN

El jubilado diplomático estadounidense, Joseph Wilson, fue el primer alto funcionario en exponer el caso en la administración Bush contra la guerra de Irak como una farsa del Gobierno. Pero para su competencia él pagó un alto precio: tanto profesional como personalmente. METRO habló con Wilson desde su hogar en Nuevo México.

“Estados Unidos ha perdido su autoridad moral”

Mientras que el presidente Bush y sus asesores estaban convencidos de que Irak estaba tratando de desarrollar armas de destrucción masiva y le habían comprado material a Níger, el Departamento de Estado y la CIA no estaban tan seguros. La CIA pidió a Joseph Wilson, un diplomático retirado, ir a Níger a investigar. Wilson lo hizo e informó que no había encontrado ninguna evidencia de tales transacciones. En represalia, los funcionarios de Bush habían revelado que la esposa de Wilson, Valerie Plame Wilson, era una espía encubierta de la CIA, un delito federal. En la película de Hollywood sobre el caso, Sean Penn interpretó a Joe Wilson y Naomi Watts a Valerie Plame Wilson.

10 años después del comienzo de la guerra de Irak, ¿tiene algo positivo haberse salido de ella?

No. Esta era una guerra por elección, no una guerra por necesidad y esto ha sido una tragedia para Irak. Una imponente presencia de Estados Unidos en la región. Una de las cosas que nosotros hemos perdido es nuestra autoridad moral en la escena internacional. El comportamiento de la guerra, Abu Ghraib y Guantánamo han arruinado décadas de liderazgo de los Estados Unidos. Yo no veo cómo nosotros podamos recuperar nuestra posición ahora.

¿No es irónico que los Estados Unidos entraran en guerra contra Irak (que no tenía armas nucleares) pero no está tomando una acción contra Israel e Irán, cuando hay más pruebas de que estos países han desarrollado o están desarrollando armas nucleares?

Teniendo en cuenta lo que ha ocurrido, es muy difícil seguir una guerra contra Irán a menos que haya pruebas más claras de que este país está construyendo armas nucleares. Es un retorno a la idea de la guerra como última opción, no la guerra como una opción o la guerra porque tú tienes un ejército más fuerte.

Revelar la identidad de un agente encubierto de la CIA es ilegal, pero nadie ha sido procesado por la salida de su esposa. ¿Los dos han recibido alguna disculpa?

No, ellos no se han disculpado en nada. El único hecho fue cuando Richard Armitage (jefe del personal del Secretario del Estado, Colin Powell) dijo que él se sentía mal por haberlo hecho. Pero yo no esperaba una disculpa. He estado con estas personas durante mucho tiempo.

Usted tiene niños pequeños. ¿Cuando ellos sean mayores, usted les contará acerca de todo esto?

Mis hijos vivieron paso a paso esto, ellos tienen 13 años ahora. En esta etapa ellos sólo esquivan la mirada. Pero el otro día Sean Penn se detuvo para cenar y ellos pensaban que era la cosa más relajada, no por Fair Game (la película que relata su historia), sino porque él está en una nueva película de gángster. 

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