El discurso nacionalista y antiinmigrante del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump ya hace eco entre los aspirantes a participar en procesos electorales de 2017, como los de Francia y Alemania, coincidieron expertos internacionalistas.
El próximo año Francia y Alemania vivirán procesos electorales para elegir Presidente y al Parlamento, respectivamente, por lo que algunos candidatos perfilan un discurso de ultraderecha con miras a conquistar a los electores como lo hizo el hasta ayer candidato presidencial republicano de EU, coincidieron.
David Sarquís Ramírez, profesor del Departamento de Estudios Sociales y Relaciones Internacionales del Tecnológico de Monterrey, explicó a Publimetro que si bien Trump no sólo atacó a los latinos, sino que también señaló a los franceses y alemanes como responsables de ser víctimas de ataques terroristas por no controlar la migración, la postura antiinmigtante es un fenómeno que se está dando en varios países.
Dijo que es una reacción a los efectos negativos de la globalización y la conquista de espacios de poder por parte de grupos de izquierda, por ello es que ahora la derecha busca retomar el poder centrando todo en la nación y sembrando la idea de que las comunidades migrantes son una amenaza, no una oportunidad de crecimiento. Es decir un esquema de “ellos y nosotros”.
De ahí que no sorprenda que la líder del grupo de ultraderecha Frente Nacional, Marine Le Pen y aspirante al Gobierno francés, haya sido la primera en felicitar a Trump y expresar su beneplácito al “pueblo americano, libre”.
Sarquís abundó que a Trump le funcionó exagerar el discurso de que los migrantes eran un peligro para Estados Unidos porque les han robado empleos y oportunidades a los norteamericanos, pero no significa que les pueda cumplir todo lo prometido porque debe gobernar para toda la población.
Al cuestionarle qué aspectos tendrían que cambiar los candidatos de Francia y Alemania para que, de resultar ganadores, puedan tener una mejor relación con el presidente Trump y sus postulados, respondió que un tema importante radica en los esquemas de seguridad.
Consideró que el hecho de que ambos países se caractericen por la cultura de recibir refugiados, sí deben ser más estrictos en los estándares de seguridad para recibir a nuevos pobladores.
Hay que tomar en cuenta, refirió, que no todos los responsables de ataques a territorios franceses y alemanes fueron migrantes nacionalizados, sino descendientes de primera o segunda generación que guardan resentimientos por no ser incluidos entre la población y representan un blanco perfecto para ser captados por el Estado Islámico para cometer actos terroristas.
Agregó que otra opción para los aspirantes es destacar la importancia de la asimilación cultural que logre integrar a las comunidades y no las reduzcan a “los otros”. Ello abona a no remarcar las diferencias raciales y no violentar a los nativos.
En tanto, Miguel Ángel Valenzuela Shelley, experto en temas internacionales del Tecnológico de Monterrey manifestó que Trump explotó el discurso xenófobo y expresó lo políticamente incorrecto a quienes estaban inconformes, pero ello generó un clima de polarización con el que ni él va a poder convivir tan fácilmente.
Esa es la razón por la que los países europeos no pueden replicar el esquema de Trump de la misma forma porque sólo se extendería la postura racial que en nada abona en el contexto internacional.
Ambos coincidieron en que la diseminación de un discurso nacionalista y antiinmigrante en Europa puede ser la causa de que más países quieran salir de la Unión Europea con tal de preservar la cultura de “ellos y nosotros”, más no una igualdad y apertura comercial.
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