El Proyecto Libro Azul es una recopilación de las investigaciones que la Fuerza Aérea de Estados Unidos hizo entre 1947 y 1969 acerca de avistamientos de Objetos Voladores No Identificados (OVNI).
Hace apenas una semana, los archivos del Proyecto Libro Azul sólo podían consultarse si se era estadounidense y se solicitaba un permiso al gobierno de ese país, además de tener que ir al Archivo Nacional en persona, detalló Excélsior.
Pero hoy, gracias a John Greenwald, aficionado del fenómeno OVNI, que logró recopilar toda la información en su sitio The Black Vault, cualquier persona puede acceder a los archivos, aunque el mismo recopilador admite que muchos documentos no le fueron proporcionados, en especial casi todo lo referente al famosos suceso de Roswell.
Al menos 4 expedientes de este proyecto revelan que se hicieron investigaciones del fenómeno OVNI en México por parte de la Fuerza Aérea estadounidense, aquí te presentamos los casos.
El “cohete” que cayó en Juárez
El 12 de octubre de 1947, el entonces Departamento de Guerra de México reportó que un artefacto, posiblemente un cohete experimental lanzado desde Texas, cayó y explotó en el poblado de Caseta, en Juárez, México.
De acuerdo al archivo TSNAD2B/ACL/amc2-1204, el 14 de octubre el coronel M. R. Clingerman, del cuerpo de Análisis de Inteligencia de EU, mandó un telegrama a la base de la Fuerza Aérea de Almagordo, Texas, para solicitar toda la información sobre el incidente, pues el gobierno mexicano solicitaba una explicación a lo que consideraba una agresión hacia su territorio.
La respuesta que obtuvo México fue que el último cohete lanzado de tal base aérea fue el 9 de octubre y sus partes fueron recuperadas, por lo que se desconocía qué había pasado en las montañas de Samalayuca, Chihuahua.
Ovnis en Poza Rica
El 29 de agosto de 1952 en Veracruz, el Servicio Exterior de Estados Unidos reportó haber recibido por parte del consulado en Poza Rica, una serie de testimonios y publicaciones en medios de comunicación local sobre una oleada de ovnis los días 26, 27 y 30 de agosto, lo cual fue aprobado para su investigación por el coronel William K. Skaer, de la fuerza aérea de EU.
De acuerdo a las investigaciones durante esos días varias personas, incluidos funcionarios del gobierno mexicano, militares y gente “confiable” reportaron que alrededor de las 2:00 de la mañana varios “platillos voladores” pasaron por Veracruz a velocidad supersónica para después perderse en alta mar.
Warren C. Stewert, cónsul estadounidense en Veracruz, afirmó que según sus informantes, que fueron testigos del evento en los tres días, el sonido que producían las aeronaves era similar al que un transformador de alto voltaje cuando opera a máxima capacidad.
Todos los testimonios coincidieron, además de en la descripción del sonido, en que los “platillos voladores” dejaban una estela color verde. El gobierno estadounidense puso en alerta a la Fuerza Aérea para que sobrevolara el Golfo de México, pero nunca se supo que sucedió y el testimonio fue archivado.
Ovnis sobre el aeropuerto del DF
El 13 de diciembre de 1957 desde la colonia Anáhuac, en la Ciudad de México, se reportaron varios ovnis sobrevolando el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) durante 20 minutos.
Una carta fue enviada al Pentágono por una persona de nacionalidad mexicana, de la cual fue borrada su identidad, detallando los pormenores del avistamiento y las coordenadas de la oleada.
Las autoridades de EU aseguraron que harían una investigación a profundidad, pero no se mencionan más al respecto, sólo que el domcuento se clasificó como “inexplicable”.
Ovnis en el Ángel de la Independencia
El 11 de noviembre en la Ciudad de México se tomaron siete fotografías que muestran la evidencia de platillos voladores, demasiado avanzados para la época, que posteriormente se conocerían como naves de plasma sobrevolando la Avenida Reforma, a la altura del Ángel de la Independencia.
“De forma tipo antena, los OVNI del DF son considerados por los especialistas e investigadores del FBI y el gobierno estadounidense, como una de las mejores evidencia del Proyecto Libro Azul. No se pudo explicar su presencia, se archivó y se mantuvo bajo llave todos estos años”.
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