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Se llama Robert Bobby Tufts, tiene tan sólo cuatro años de edad y busca reelegirse como el alcalde del pueblo estadounidense de Dorset, lugar donde no hay un Gobierno formal y se aprovecha un festival gastronómico para que, por un dólar, los visitantes voten cuantas veces quieran y elijan a su alcalde.
Así es como en este poblado cualquiera puede convertirse en “político” y de esta forma resultó ganador Bobby, el año pasado, cuando apenas tenía tres años.
Actualmente, el pequeño se encuentra en plena campaña y entrega tarjetas a la gente donde posa junto a su novia Sophie. El eslogan del niño es “Me gustaría ser su alcalde tanto como me gusta Sophie”.