Este lunes se inauguró el primer curso de capacitación para 450 elementos que conformarán la Fuerza Única de Jalisco. Y mientras el proyecto sigue avanzando hasta conformar una nueva corporación de seguridad pública, académicos aún tienen sus dudas sobre la efectividad de este mecanismo.
En este acto inaugural, el gobernador del estado, Aristóteles Sandoval, se comprometió a mejorar los sueldos de los elementos que vayan a participar en esta corporación que operará a nivel estatal.
“El mando único fue un concepto surgido de la Conago (Conferencia Nacional de Gobernadores), desde la administración pasada. Era una idea en la que estaba detrás Genaro García Luna, ex secretario de Seguridad Pública. El objetivo era concentrar y centralizar la toma de decisiones, mediante el apoyo de cada gobernador de que otorgaran los servicios de su corporación estatal”, explicó Dante Haro Reyes, especialista en seguridad pública y académico de la Universidad de Guadalajara.
“La parte positiva del mando único es homogenizar las asimetrías que existen en cuestión de seguridad pública”.
A decir del especialista, ahora que se retomó el tema en Jalisco, hay dos problemas de fondo: el primero es que no hay una reforma constitucional (al artículo 115) para que el municipio deje de tener esta actividad concurrente en cuestión de seguridad. Al no haber marco legal, se está creando a partir de convenios de colaboración entre municipios y el estado. El meollo es que estos convenios pueden cambiarse o romperse por cuestiones tan simples como que llegue un nuevo alcalde. “Hay un error en la sustentación jurídica, porque primero debe reformarse la Constitución local y federal para quitarle a los municipios la parte que les corresponde a la cuestión de seguridad”.
El segundo punto es que no hay una unificación: “no cumple con el criterio de que sea un mando único (…), lo que se está haciendo es un cuerpo de élite para atacar a la delincuencia, pero le quitan a los municipios elementos, cuando el municipio tienen sus propias necesidades y la mayoría de por sí ya tienen un déficit de unidades. Lo más grave es que es otra policía: ya teníamos la federal, estatal, la municipal, y ahora este rubro de elite”.
El académico concluyó que crear esta nueva policía, más que resolver un problema de seguridad, sólo engrosará la estructura burocrática.
Conozca el mando único
Los aspectos más importantes que deben conocerse en torno a la creación de esta figura que, a decir del gobierno estatal, ayudará a enfrentar al crimen organizado.
1. Los integrantes: El Mando Único de Jalisco estará conformado por aproximadamente mil 900 elementos entre los 20 y 40 años, que hayan sido recomendados por las corporaciones municipales y hayan aprobado todas las pruebas de control de confianza. Mil 400 integrarán la Fuerza Policial Regional Jalisco y 500 la Fuerza Metropolitana.
2. Se divide en dos fuerzas principales. En Jalisco se conformarán lo que podrían llamarse dos equipos: La Fuerza Policial Metropolitana, que operará en los ocho municipios del área metropolitana de Guadalajara y, posteriormente, se conformará la Fuerza Policial Regional que contendrá a los 117 municipios restantes de Jalisco, para generar un cuerpo de mando único. Los cuerpos estarán bajo el mando del Fiscal General.
3. El patrullaje. A fin de vigilar todo el estado, la entidad se dividió en 19 regiones que serán recorridas por 29 equipos o convoyes. Estos grupos estarán en rotación constante con jornadas de trabajo de 15 días de actividad por seis días consecutivos de descanso, según los primeros bosquejos de la organización.
4. Capacitación, los próximos seis meses. Según informes de la Academia de Policía, a los elementos se les capacitará durante los próximos seis meses para que comience a operar a principios del 2014. La capacitación a los primeros 450 elementos de la Fuerza Única de Jalisco supondrá 155 horas en diversas disciplinas.
5. Problemas fundamentales. A decir del académico Dante Haro, antes de pensar en un mando único, primero deben resolverse problemas de fondo como definir un modelo policial y profesionalizar a los uniformados. “Mientras no se solucionen los problemas de los policías como derechos, infraestructura, equipo… no podremos pedir que hagan bien su trabajo”.