Nuevamente la Plaza de San Pedro, en Roma, se llenó de gente sonriente. Las pantallas gigantes habían sido apagadas y los equipos fueron temporalmente desmantelados. Los visitantes de todo el mundo disfrutaron del sol mientras leían el periódico del Vaticano, L’Osservatore Romano, cuya portada anunció Habemus Papam.
De hecho, los argentinos están muy lejos de ser los únicos eufóricos por la elección del primer pontífice latinoamericano en la historia.
“Por supuesto, el Papa siempre es el Papa, pero ayuda cuando él es de tu misma región”, comentó en la Plaza de San Pedro, Franklin Fereira, un joven Jesuita de Salvador de Bahia, Brasil. “En el futbol los brasileños y los argentinos se odian, pero en la Iglesia no”, subrayó. El padre Diego Berrio, un joven sacerdote colombiano, apenas pudo contener su emoción por la noticia. “Fui testigo de una nueva página de la historia”, agregó. “Hay muchas cosas nuevas. Sigo pensando que el origen del pontífice es secundario, pero hoy esto está haciendo la diferencia para mí”.
El tuit del Vaticano desde la cuenta de @Pontifex (la cual será transferida al papa Francisco) fue al instante retuiteado 80 mil veces. Para Luis Arturo Macías, un jesuita de Guadalajara, México, el nombre de Bergoglio también fue un impacto positivo. “Cuando pidió a la gente rezar por él, en lugar de primero orar por ellos: fue un gesto muy de América Latina. Y se nota que quiere escuchar a la gente”, aseveró el padre Macias.
Por su parte, Rocío Pérez, estudiante del Distrito Federal, quien estaba de visita en la Plaza de San Pedro, afirmó que hubiera preferido un Papa mexicano, “pero es muy bueno que venga de América Latina. Yo no voy a la iglesia, pero creo que Francisco es demasiado bueno”.
Tal vez una connotación más importante aparte del hecho de que el papa Francisco es de América Latina, es el hecho de que sea jesuita. Sin embargo, ambas particularidades están estrechamente vinculadas: la Iglesia católica en América Latina durante mucho tiempo ha sido encabezada por los jesuitas, quienes han dado una peligrosa pelea contra los regímenes dictatoriales mediante su ala izquierda de la “Teología de la Liberación”.
“La gente cree que son siempre revolucionarios, pero eso no es cierto”, comentó el padre Macías.
“Ellos luchan por la justicia social en los casos donde ésta es necesaria”, concluyó.
Dato curioso
Los analistas predijeron el primer Papa negro. Bien, ellos tienen un punto a favor. Los jesuitas, la orden a la que pertenece el papa Francisco, son conocidos como una de las órdenes más rebeldes de la Iglesia Católica. De hecho, su superior (líder), quien luce un traje negro que se asemeja a la túnica blanca del Papa, se le conoce comúnmente como el Papa Negro. Los jesuitas rechazan este concepto.