En cuestiones de combinar alcohol y volante, los papeles se han invertido. Y es que los jóvenes son más responsables que los adultos, especialmente que los mayores de 26 años.
De acuerdo a cifras de la Secretaría de Seguridad Pública del DF (SSPDF), ocho de cada 10 personas que han reprobado la prueba de alcoholemia en la última década, se encuentran en el rango de los 26 a los 40 años de edad, mientras que las personas de 25 y menos sólo representan 16%.
Menor aún es la cantidad de jóvenes que no alcanzan la mayoría de edad y que no pasaron la prueba, pues en 10 años sólo 229 han sido enviados al juzgado cívico, es decir, en promedio dos al mes.
Para Azucena Sánchez Mendez, subsecretaria de Participación Ciudadana de la SSPDF, el número de menores que no pasaron el alcoholímetro durante la primera década del programa es sorprendente, pues se esperaban más.
“Son muy pocos, la verdad es que nos sorprendió. ¿Qué quiere decir esto? Pues que actualmente los adultos entre los 26 y 40, son los más necios en no querer cambiarse el chip de esta nueva cultura, a diferencia de los jóvenes que están creando una nueva conciencia”, afirmó la funcionaria.
Alfredo Nateras, investigador del Departamento de sociología de la UAM Iztapalapa y experto en temas de juventud, atribuyó el fenómeno a que la campaña Conduce sin alcohol ha influido efectivamente en los más jóvenes que con menos frecuencia manejan un automóvil cuando están bajo el influjo de bebidas embriagantes.
“Sí estamos viendo avances en términos de que el programa es efectivo. No así en los adultos, que son los que siempre han bebido más”, dijo.
Sin embargo, afirmó, los datos deben llevar a autoridades a investigar dónde y cómo los menores de edad consiguen el alcohol.
“Los que tienen entre 18 y 25 son los que van al antro, los que van a fiestas. Pero los menores, ¿de dónde sacan el alcohol?”, lamentó.
El pasado 19 de septiembre, el programa Conduce sin alcohol cumplió 10 años de ser implementado en el Distrito Federal. A lo largo de estos años ha ayudado a reducir los accidentes automovilísticos en 70%.
¿Y ellas?
7,945 de los remitidos fueron mujeres que rebasaron .40 grados de alcohol en la sangre, lo que representa sólo 6% de los detenidos.
Redes antialcoholímetro
La manera NO cívica de usar Twitter
Que te avisen dónde está el alcoholímetro es uno de los usos no tan cívicos y loables que ha tenido Twitter.
Es una falta de civilidad, porque puedes provocar un accidente. Es uno de los efectos negativos de las redes sociales.
Probablemente el número tan reducido de jóvenes que han sido detenidos por manejar en estado de ebriedad en los últimos 10 años se deba a la llegada de las redes sociales, debido a que saben manejarlas mejor que los adultos.
Si un menor de edad tiene recursos para traer un automóvil, seguramente también tiene la tecnología para evadir el alcoholímetro.
Pese a que el programa Conduce sin alcohol ha sido exitoso, le ha faltado una agresiva campaña para contrarrestar el mal uso de las redes sociales.
Los que más caen
Por profesión y por nombre de los que reprueban la prueba de alcoholemia:
• Ingenieros.
• Abogados.
• Choferes.
• Marías y Anas, los nombres de las detenidas.
• Juanes y Luises, los de los detenidos.