Según las autoridades, una montaña de excrementos de cabra se incendió espontáneamente y esparció su hediondez por un pueblo de Vermont aunque sin causar daños.
El administrador de Windsor, Tom Marsh, dijo que el hedor que sucedió al incendio evocaba “una versión húmeda de hojas o arbustos en combustión”.
The Valley News reportó que el miércoles por la mañana 91 metros cúbicos de los excrementos entraron en combustión espontánea en la finca de productos lácteos Oak Knoll, que tiene 800 cabras y propagó el hedor que sorprendió, disgustó o divirtió a los pobladores.
El propietario de la granja, George Redick, dijo que el estiércol habría sido esparcido por la finca algún tiempo antes, pero que la temporada de lluvias y otros factores lo impidieron.
Agregó que pensaba que la combustión espontánea era un mito pero que ahora lo cree a ciencia cierta.
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