En busca de la belleza natural y para evitar trampas, un concurso de camellos de Arabia Saudita prohibió las operaciones estéticas a los animales que participen en ese curioso certamen.
No es posible siquiera un pequeño retoque en los camellos que compiten por ser los más bellos en el conocido festival de Um Raqiba, en el desierto del norte del país.
Según informó la agencia oficial de noticias local SPA, la organización del evento responsabilizó a una comisión para que investigue a los codiciados animales para evitar que sus propietarios cometan con ellos “fraudes o engaños”.
El comité está formado por veterinarios que deberán inspeccionar a cada uno con el objetivo de descubrir si se les practicó alguna operación estética mediante “métodos médicos o tradicionales” para mejorar su imagen.
Cada año, los amantes de esos animales procedentes de distintos países del golfo Pérsico, acuden a Um Raqiba durante cuarenta días para elegir al camello más bello.
El festival, que incluye un mercado y un concurso de belleza, atrae cada año a empresarios árabes adinerados que pueden pagar hasta más de cinco millones de dólares por un camello que les gusta.
En los concursos de belleza, cada ejemplar debe desfilar delante de un comité de veinte jueces, acompañado de su propietario y con una señal en su cuerpo para distinguirse de los otros.
El premio Rey Abdelaziz incluye quince galardones por categorías en las que los animales compiten según el color de su cabello, como rubio, blanco puro, amarillo con puntos negros, el blanco-rojizo y negro, entre otros.La cuantía de los premios oscila entre los 26 mil y los 52 mil dólares.
