Florecen más espacios con huertos urbanos

Este tipo de agricultura gana terreno en plazas públicas, complejos habitacionales y casas abandonadas. Quienes la practican sostienen que se ha convertido en una necesidad conocer el origen de los alimentos.

La práctica de la agroecología urbana registra un boom en el área metropolitana. Y es que, ya sea para tener el control de lo que se come, por salud o hacer comunidad, esta práctica ancestral se apodera cada vez más de espacios en la ciudad. 

Bajo el proyecto Tierra Mandala, este fin de semana se inauguró un huerto orgánico denominado Kundalini, en avenida de la Industria número 400, en el complejo habitacional Punto Central, en San Pedro. Un proyecto comunitario que busca crear conciencia a través instalaciones geométricas con significados holísticos, sostiene Daniel Domíngez.

“Realmente hay una necesidad de regresar a lo básico, pues vemos como está creciendo mucho este movimiento en la ciudad.

“La intención de este proyecto es que la gente aprenda a sembrar, compostar y cultivar. Además, que se conecten con la tierra, crear comunidad y cierta conciencia”, dijo.

De acuerdo con Lorraine Cavazos, integrante de Tierra Mandala, este tipo de prácticas, cada vez más comunes, tiene beneficios económicos, sociales y de salud.

“Además de que hay una urgencia por saber de dónde provienen nuestros alimentos, pues la mayoría contiene agroquímicos, nos ayuda a erradicar los problemas de alimentación que tenemos hoy en día, como desnutrición y obesidad.

“Un huerto comunitario ayuda al factor social porque nos integramos en un sólo fin, pero además la población se puede alimentar mejor con pocos recursos y lejos de las campañas asistenciales del gobierno”, explicó Cavazos.

Aunque no se tiene registro de la cantidad de huertos urbanos en la ciudad, Cavazos refiere que en los últimos dos años esta práctica se ha extendido rápidamente en diversos estratos sociales.

En tanto, en la calle Morelos  número 1072, en el Barrio Antiguo de Monterrey, los colectivos Tomate Colorado y Matriztica, con la intervención del Instituto Municipal de Planeación Urbana y Convivencia (ImplancMty), crearon el Huerto de los Leones, en una casa en ruinas que permaneció por más de 70 años en el abandono.

“Propusimos un programa de agricultores urbanos donde todos colaboran con al menos dos horas a la semana en el huerto y a cambio compartimos nuestros conocimientos en talleres de cómo hacer compostas, almácigos, trasplantes y cosechas.

“Hay una tendencia muy fuerte. Y esto tiene que ver con la soberanía alimentaria e incluso, la independencia económica. Creo que tener alimentos y tener salud es lo más importante antes que tener dinero”, dijo Coral Fernández.

De uno hasta
4
meses es el tiempo estimado para cosechar hortalizas. Mientras que los rábanos duran 30 días, los tomates tienen un proceso más prolongado.

Monterrey
La Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología:
•    Además de la plaza Zaragoza y el parque España. Prevé la apertura de más huertos tanto en el sur como el poniente de la ciudad.

Agricultores urbanos arman redes de ayuda:

1 A través de la comunidad Huertos Orgánicos en Monterrey, en Facebook, más de mil 300 personas comparten conocimientos, piden asesorías y ofrecen sus cosechas.

2 La agricultura urbana es la producción de alimentos dentro de las ciudades. Ya sea  en patios, terrazas y huertos comunitarios, así como en espacios públicos o no aprovechados.

3 Al basarse en los principios naturales del uso de la tierra, en este tipo de huertos se evita la utilización de productos químicos, por que la fertilización se hace con composta.

4 Los huertos en general requieren de un puntual seguimiento, sostiene Coral Fernández; sin embargo, la tarea se hace sencilla al contar con bibliografía y asesoría en las redes.

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