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El Marfil Negro, como se le llama a este café, tiene una peculiaridad en el proceso de su creación: los granos son excretados por elefantes.
Hoteles en Tailandia recolectan sus propios granos de café del campo y ofrecen suaves tazas de 50 dólares.
“Cuando un elefante come granos de café, sus ácidos estomacales reducen la proteína del café, que es un factor clave en el amargor”, explica Blake Dinkin, quien invirtió 300 mil dólares para su desarrollo.
Los granos se mezclan con plátanos, azúcar y otros alimentos y les toma de 15 a 30 horas digerirlos.
“Mi teoría es que el proceso natural de fermentación se desarrolla en los intestinos del elefante, esa fermentación le brinda sabores que no se obtendrían de otros cafés”, afirma.
El Marfil Negro cuesta mil 100 dólares el kilo.
