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Un edificio de departamentos a medio demoler sorprende a quienes cruzan por una carretera en la ciudad de Wenling, provincia de Zhejiang, en China.
Y lo que llama la atención es que la construcción se encuentra en medio del camino. Luo Baogen y su esposa se negaron a abandonar su casa luego de una oferta hecha por el gobierno.
El rechazo mantuvo al edificio en el lugar, pero la vía rápida siguió construyéndose. El camino forma una glorieta para rodear la casona de departamentos.
Aunque el camino no ha sido abierto al público en general, algunos automovilistas elegidos para conocer el camino paran para tomar una foto y hablar con los únicos moradores.
El problema para arrasar propiedades privada radica en el endurecimiento de las leyes. Es ilegal expropiar una casa sin el consentimiento de los propietarios.
En este caso, Baogen y su esposa consideraron que el gobierno no ofrecía un pago justo de indemización. Es decir, no les llegaron al precio.
