Raúl Osorio plagia carta de Slim para ganar votos

El aspirante de la coalición PRI-PVEM es mejor conocido por conducir el programa Venga la Alegría

Raúl Osorio, aspirante a diputado federal del PRI y ex conductor del programa de Tv Azteca Venga la Alegría, plagió una carta escrita en 1994 por Carlos Slim Helú para con el fin de acercase a votantes jóvenes.

El pasado 16 de mayo, Osorio Alonzo difundió a travéz de su cuenta de Twitter @rulosorio la carta e incluso se la compartió al aspirante presidencial del PRI-PVEM, Enrique Peña Nieto.

También fue dirigida a Luis Videgaray, coordinador de campaña del mexiquense: “Mi querido Candidato @EPN te comparto una carta que escribi espero y puedas echarle un vistazo. Saludos @LVidegaray http://pic.twitter.com/QIewYtQ7”.

El día 18 de mayo, un usuario con la cuenta @JorgeMed descubrió que el ex conductor había plagiado la carta del dueño de Telmex: “¿Cómo ves, @arturoelias? Dice @rulosorio que la carta del Ing. Slim a los estudiantes, la escribió él. ¡POR FAVOR! http://pic.twitter.com/7efUdHPS”.

Raúl Osorio respondió: “@JorgMed Disculpame pero seria un honor que el Ing. Slim leyera mi carta. Que pensara Igual que Yo. Y que su dinero lo invirtiera en Salud!!”.

Osorio Alonzo busca ser diputado federal por el IX Distrito de Venustiano Carranza. Para revisar la carta del aspirante priista ir a la galería o a este link: Carta Raúl Osorio.

La carta de Carlos Slim:

CARTA A LOS JÓVENES

A través de una Carta a la comunidad universitaria, Carlos Slim, aconseja a los estudiantes más destacados sobre lo que, a su forma de ver, considera lo importante en la vida.
México, D.F., junio de 1994

Les escribo esta carta con el fin de transmitirles un poco de mi experiencia en la vida, buscando contribuya a su formación, a su manera de pensar y de vivir, a su equilibrio emocional, a su sentido de responsabilidad para con ustedes y para con los demás, a su madurez y, sobre todo, a su felicidad, que debe ser producto de su ser y quehacer cotidiano.

Son ustedes privilegiados dentro de la sociedad, gracias a su talento y esfuerzo, por la mejor razón, su propio valor.

El éxito no es hacer bien o muy bien las cosas y tener el reconocimiento de los demás. No es una opinión exterior, es un estado interior. Es la armonía del alma y de sus emociones, que necesita del amor, la familia, la amistad, la autenticidad, la integridad.

El ser tan destacados como ustedes lo son, significa un privilegio, pero entraña también muchos riesgos que pueden afectar valores muy superiores al “éxito” profesional, económico, social o político.

La fortaleza y el equilibrio emocional están en la vida interior y en evitar aquellos sentimientos que corroen el alma, tales como la envidia, los celos, la soberbia, la lujuria, el egoísmo, la venganza, la avaricia, la pereza, y son veneno que se ingiere poco a poco.

Cuando den, no esperen recibir. “Queda aroma en la mano que da rosas”, dice un proverbio chino. No permitan que sentimientos y emociones negativas dominen su ánimo. El daño emocional no viene de terceros, se fragua y desarrolla en nosotros mismos.

No confundan los valores ni menosprecien sus principios. El camino de la vida es muy largo, pero se transita muy rápido. Vivan el presente intensa y plenamente, que el pasado no sea un lastre, que el futuro sea un estímulo. Cada quien forja su destino y puede influir sobre la realidad. No la ignoren.

Vivan con sentimientos y emociones positivas como el amor, la amistad, la lealtad, el valor, la alegría, el buen humor, el entusiasmo, la paz, la serenidad, la paciencia, la confianza, la tolerancia, la prudencia y la responsabilidad. Los opuestos que no invadan el alma, que duren poco en su ánimo, no los dejen alojarse, aléjenlos. Muchas veces cometerán errores, es usual y humano, traten siempre que sean menores, acéptenlos, corríjanlos y olvídenlos. No se obsesionen por ellos, el cielo y el infierno están en nosotros. Lo que más vale en la vida no cuesta y cuesta mucho: el amor, la amistad, la naturaleza y lo que sobre ella ha logrado el hombre de formas, colores, sonidos, olores que percibimos con nuestros sentidos, sólo puede ser apreciado cuando estamos anímicamente despiertos.

Vivan sin miedos y sin culpas; los miedos son los peores sentimientos del hombre, lo debilitan, lo inhiben a la acción y lo deprimen, y las culpas son un lastre enorme en nuestro pensar, al actuar y en la vida. Hacen difícil el presente y obstruyen el futuro. Para combatirlos, seamos sensatos y aceptémonos como somos, con nuestras realidades, nuestros méritos y nuestras penas.

La ocupación desplaza a la preocupación y los problemas, al enfrentarlos, desaparecen. Así, los problemas deben hacernos cada vez más fuertes. De los fracasos, aprender y los éxitos deben ser estímulos callados. Actúen siempre conforme les dicte su conciencia, pues a ésta nunca se le engaña.

Los miedos y las culpas, entonces serán mínimos. No se encierren, ni arruinen su vida, vívanla con la inteligencia, el alma y los sentidos despiertos y alertas; conozcan sus manifestaciones y edúquense para apreciarla y disfrutarla.

El trabajo bien hecho no es sólo una responsabilidad consigo mismos y con la sociedad, es también una necesidad emocional.

Al final nos vamos sin nada, sólo dejamos nuestras obras, familia, amigos y, quizá, una positiva influencia, por lo que en ellos hayamos sembrado.

Con mis mejores deseos, Ing. Carlos Slim Helú.

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