FOTOS: Regresan trabajadores con temor a Pemex

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Entre la incertidumbre y la zozobra, más de ocho mil empleados de Petróleos Mexicanos volvieron a sus labores en el complejo principal de la paraestatal.

Visiblemente angustiados y algunos temerosos de entrar a las instalaciones de PEMEX, trabajadores de confianza y sindicalizados volvieron a sus puestos de trabajo, seis días después de la explosión en la torre B2 que ha cobrado la vida, hasta el momento, de 37 personas.

Al rededor de las 8:30 de la mañana, el director de PEMEX, Emilio Lozoya y el líder del sindicato petrolero, Carlos Romero Deschamps, dieron la bienvenida a los trabajadores. Una empleada repartía moños negros y otra unos folletos en los que se informaba que a las 9:30 horas guardarían un minuto de silencio en memoria de los fallecidos.

“La seguridad de los trabajadores está garantizada”, afirmó Lozoya Austin en un breve discurso.

A unos pasos de la entrada marcada con el número 22, una ofrenda de flores y veladoras se convirtió en el sitio obligado antes de la vuelta al trabajo.

Adriana Villegas Ortega, llegó con un ramo de flores blancas. “Son para mi amiga Laura”, dice al momento que se le quiebra la voz. Después de 28 años de amistad, esta es la primera ocasión en la que no estarán juntas en las oficinas de Refinación.

El día de la explosión, a la hora de la comida Laura salió a festejar el cumpleaños de otra amiga, Elizabeth, quien se encuentra hospitalizada. Volvieron minutos antes de las 16 horas. Las dos estuvieron en el mismo lugar, a la misma hora, pero no corrieron con la misma suerte.

“La última vez que nos vimos nos dijimos que nos queríamos mucho, como hermanas. Fue una despedida”, recuerda Adriana.

La señora Gabriela Ruiz no esperó a que le hicieran preguntas y afirmó tajante: “Nos da miedo, nos da tristeza, ya no es lo mismo. Yo no creo que haya sido lo que dicen, según ellos todavía no encuentran de dónde salió el gas y es lo que nos da miedo”, dijo.

Mario es vigilante de las instalaciones, perdió a siete amigos en la explosión del jueves 31 de enero, pero no ha dejado de trabajar ni un día desde entonces. A las 8 de la mañana terminó su turno, pero se quedó a dar la “bienvenida” a sus compañeros.

“Se siente tristeza”, dice y afirma que los resultados de los peritajes no son convincentes, pero “ellos son los que saben”, finaliza.
 

Por: Agustín Velasco / @agusrocko

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