Actualmente en la Ciudad de México, habitan aproximadamente 300 especies de aves, víctimas de mala calidad ambiental que sufrimos los capitalinos los días recientes.
A pesar de que muchas aves se han adaptado a vivir de forma permanente en el entorno humano de las ciudades, la contaminación atmosférica representa un cambio drástico en su hábitat, y una de las principales causas de mortalidad.
A decir del Leonardo Sastré, maestro en Ciencias, el aumento de la urbanización y la industrialización, genera grandes cantidades de metales pesados son continuamente introducidos a los ecosistemas, afectando negativamente su estabilidad y causando un fuerte impacto a nivel ecológico.
Igual que nosotros, las aves también se ven afectadas por la contaminación ambiental, sus efectos suprimen su sistema inmune, alteran negativamente su sistema endocrino y causan disfunciones reproductivas, generando una menor tasa de crecimiento en sus crías.
AVES, INDICADORES DE CONTAMINACIÓN
Además, existen estudios con diferentes especies de aves como indicadores de contaminación ambiental, en los que se reportan altas cantidades de plomo en los tejidos de las aves colectadas, evidenciando los peligros de este metal, que forma parte del grupo de metales pesados altamente dañinos de mayor concentración en la contaminación atmosférica.
Los gases producidos por el tráfico vehicular son una de las mayores fuentes de plomo, en las áreas urbanas los gases vehiculares son una de las mayores fuentes de contaminación a la atmósfera, factor que afecta también a la flora y fauna.
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