Un manifestante indígena tzotzil que desde hace 20 días permanece en huelga de hambre en las afueras del Congreso del estado de Chiapas, en Tuxtla Gutierrez, se inmoló para exigir la libertad de su padre, Florentino Gómez, recluido en el penal del Amate y acusado por abigeato.
Agustín Gómez Gómez hijo del detenido quien ayudado por uno de los manifestantes, se roció gasolina, se tiró al piso y luego una persona le prendió fuego, por lo que los curiosos buscaron la manera de sofocar las llamas.
Agustín Gómez, en compañía de seis personas entre hombres y mujeres mantienen una huelga de hambre, y no ingieren ni agua con miel o sueros para evitar la deshidratación.
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