El pequeño José Miguel de 10 años de edad estuvo al borde de la muerte luego de que el pasado miércoles 3 de febrero, uno de sus vecinos, de 14 años de arrojara sobre su cabeza un pedazo de concreto de 30 cm de largo por 10 de ancho.
Como todas las tardes José Miguel fue a jugar futbol con sus amigos a unas canchas de la Quinta Sección de Lomas Verdes, en Naucalpan, Estado de México cuando uno de sus vecinos de quien solía molestar a José Miguel, sin aparente motivo alguno arrojó el pedazo de concreto a la cabeza del menor de edad ocasionándole una fractura de cráneo frontal que tuvo un hundimiento de 14 cm hasta su cerebro.
El pequeño fue llevado al hospital de Traumatología de Lomas Verdes donde los médicos pudieron salvarle la vida luego de una intervención quirúrgica de 10 horas; sin embargo, José Miguel perdió un pedazo de cráneo de 5 cm aproximadamente.
Los médicos comentaron a su mamá, Ana Lorena Botello López, que el pequeño requeriría de una placa metálica especial así como una intervención quirúrgica de 700 mil a un millón y medio de pesos, para corregir el daño. Sin embargo, el hospital no contaba con el material requerido por lo que el menor fue enviado a la clínica 58 del Seguro Social donde recibió otra negativa.
Ante esta situación, Lorena Botello creó un grupo de Facebook donde solicita donativos para poder pagar la cirugía y los tratamientos de su hijo.
Botello López confirmó en entrevista con Publimetro que ya existe una averiguación previa a cargo de la Fiscalía de Barrientos en Tlalnepantla, Estado de México, pero las autoridades no le han dado una respuesta hasta el momento.
De igual manera los padre del menor agresor no se han hecho responsable por los acciones de su hijo.
Hasta el día de hoy José Miguel continúa acudiendo a la escuela y realizando sus actividades. Usa una gorra especial para no exponer a la herida que tiene en su cabeza.
Afortunadamente la iniciativa “HOY POR JOSEMI” ha tenido el apoyo de diversos sectores de la sociedad, pero aún falta mucho por recaudar para que este pequeño pueda ser intervenido.
“Mi hijo fue una víctima más del bullying que vivimos en México”, afirmó la mamá de Jose Miguel.
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