”Le manifesté que todo el personal mexicano se sometería al reglamento que acababa de leernos porque México estaba en guerra con Alemania y por ello éramos prisioneros de guerra. Que podía estar seguro de que no pediríamos ninguna excepción, ninguna gracia sobre esas disposiciones, pero que tampoco aceptaríamos ningún trato vejatorio, como acostumbraban ellos con los prisioneros”
Este miércoles, el gobierno mexicano y el galo, en el marco de la visita de Estado del presidente Enrique Peña Nieto en Francia, se develará una placa en la Plaza Gilberto Bosques, en Marsella, además de que se dará la cancelación del timbre postal en honor al diplomático mexicano.
Bosques Saldívar nació el 20 de julio de 1892, en Chiautla, Puebla, y murió el 4 de julio de 1995. Fue periodista, revolucionario, político y diplomático mexicano; reconocido a nivel mundial por la ayuda humanitaria que prestó en Europa durante la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Civil española.
Según las cifras, entre 30 y 40 mil personas lograron salvarse gracias a las visas y salvoconductos que entregó el cuerpo diplomático mexicano. La firma del cónsul general de México en Francia en ese momento fue la última oportunidad para judíos, españoles, libaneses, entre otros, para vivir.
SIETE RAZONES PARA RECONOCER A GILBERTO BOSQUES
1.- Ayudó a 40 mil personas a salvarse de la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Civil española, entregando visas o salvoconductos para escapar de los nazis y del gobierno de Francisco Franco. Españoles republicanos, judíos franceses, libaneses, incluso alemanes, entre otros, fueron beneficiados por el diplomático mexicano.
2.- Aunque en México su nombre sólo es reconocido entre historiadores y diplomáticos, en Europa es una figura importante de labores humanistas. En Marsella, Francia, fue develada una placa en su honor, en la sede del Consulado de México; mientras que las embajadas de la nación gala y Alemania en México crearon el Premio de Derechos Humanos Gilberto Bosques. En Austria, el gobierno nombró a una de sus calles Paseo Gilberto Bosques.
3.- Tras la declaración de guerra de México a los países del eje, el cuerpo diplomático de nuestro país fueron capturados por tropas nazis, para después ser deportados a Alemania. Estuvieron un año en Bad Godesberg, una zona de reclusión para personajes especiales. De acuerdo con la periodista e investigadora Marta Durán de Huerta, Bosques y su familia veían desde su balcón los bombardeos aliados y cantaban canciones mexicanas. Fueron liberados tras un acuerdo entre México y Alemania para intercambiar prisioneros.
4.- De acuerdo con una entrevista hecha a Gilberto Bosques cuando tenía 101 años, cuando los integrantes del cuerpo diplomático mexicano fueron hechos presos, el representante alemán, que era “muy estricto”, no los trató con el estatus de representes oficiales del gobierno mexicano, esto le dijo:
“ Su júbilo zumbaba en el andén de la estación ferroviaria. Lo cargaron en hombros. Era al México generoso y libre al que ellos exaltaban en Gilberto Bosques, el más sobresaliente ejemplo del característico espíritu de la solidaridad de los mexicanos”.
5.- La investigadora escribió que Gilberto Bosques no sólo entregó visas y salvoconductos, sino que hizo labor de detective buscando personas en las cárceles y, “a veces, muy a la mexicana, con sobornos lograron liberar a quienes los alemanes consideraban de peligrosidad”. Además, como “polleros”, organizaban cruce de fronteras y la llegada de asilados a puertos franceses y portugueses para partir rumbo a México, escribió De Huerta en 2003, en el suplemento Masiosare de La Jornada.
6.- Gilberto Bosques y otros diplomáticos aquilaron dos castillos viejos: el Reynard y Montgrand, para que mil 350 hombres y mujeres atrapados en el sur de Francia pudieran vivir con vida y dignidad, rememoró el diario español El País. Ahí, además de estar seguros, podían recibir clases de todo tipo, bañarse en una alberca, asistir a conciertos. Cada vez que le agradecían, Bosques contestaba: “no fui yo, fue México”.
7.- Para algunos especialistas, es incorrecto comparar a Gilberto Bosques con Oskar Schindler, ya que el segundo fue un empresario que se benefició de la guerra y contrató a judíos como mano de obra barata. Fue con la evolución de la Segunda Guerra Mundial que comenzó a ayudar a sus trabajadores y evitar su muerte. En el caso del mexicano, desde un principio hizo labor humanitaria, a partir del encargo del gobierno mexicano, como cónsul general de nuestro país en París, de proteger a los connacionales, pero después extendió su labor a otros ciudadanos que eran perseguidos.
8.- Gilberto Bosques y su familia regresaron a México en 1944. De acuerdo con Laura Bosques, hija del diplomático, cerca de 7 mil españoles y la comunidad judía en nuestro país se amontonaron en la estación Balbuena para recibirlos. Una crónica de la época detalló:
