Los atentados en el aeropuerto y una estación del metro de Bruselas, la capital de Bélgica, engrosan la lista de hechos similares que han sufrido varias ciudades europeas en lustros recientes.
A continuación algunos de los más destacados:
Beslán, Rusia: Un grupo independentista de Chechenia ingresa a una escuela de Beslán, Osetia del Norte, en septiembre de 2004 y una toma de rehenes de alumnos de entre siete a 18 años de edad, se salda la muerte de 334 personas, 186 de los cuales eran niños.
Madrid: Un grupo que se dijo afiliado a Al Qaeda reivindica el atentado que el 11 de marzo de 2004 dejó 191 personas fallecidas y dos mil heridos en cuatro trenes suburbanos de la capital española.
Londres: Un grupo de islamistas radicales británicos atacan trenes del metro y un autobús de transporte público el 7 de julio de 2005, con saldo de 56 muertos y alrededor de 700 heridos.
Moscú: el aeropuerto moscovita de Domodédovo es objetivo de un ataque por militantes islámicos independientistas del Cáucaso norte, que deja 36 fallecidos y más 130 heridos el 24 de enero de 2011.
Oslo: El 22 de julio de 2011 Anders Behring, extremista de derecha, estalla una bomba en el edificio del gobierno de Oslo, Noruega, con saldo de ocho muertos.
Más tarde se dirige a la isla de Utoya, en la misma Oslo, donde dispara contra una reunión de jóvenes y asesina a 69 personas.
París: al menos dos islamistas radicales ingresan al semanario satírico Charlie Hebdo el 7 de enero de 2015 y asesinan a 12 personas.
París: el 13 de noviembre de 2015 el teatro Bataclan, el Estadio de Francia y las cercanías de algunos bares registran explosiones por un grupo islámico el cual mata a 130 personas y lesiona a otras 300. Este atentado es el antecedente inmediato del ocurrido este martes 22 de marzo.
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