Dos mil personas mueren al año por causas asociadas a la contaminación atmosférica, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Salud Pública. De ahí que urge cambiar las políticas de calidad del aire porque atentan contra el derecho a la salud de los ciudadanos, recomendó Javier Riojas, académico del Departamento de Estudios Internacionales de la Universidad Iberoamericana, especializado en Desarrollo y Medio Ambiente.
Riojas criticó que las medidas de emergencia se activan cuando los contaminantes están tan altos y por ende cuando el daño a la salud ya está hecho. Lo ideal sería bajar los niveles en los cuales se activa la precontingencia y contingencia.
Una precontingencia se decreta cuando los niveles de ozono alcanzan los 160 puntos IMECA; mientras que la contingencia se activa cuando éstos rebasan los 190. Sin embargo, insistió en que los daños a la salud se registran cuando se llega a los 100 puntos.
Rioja consideró como un error la flexibilización del programa Hoy No Circula, ya que muchos automóviles cuentan con permiso para circular, pero emiten muchos contaminantes.
Las personas pueden ayudar a bajar los niveles de ozono disminuyendo el uso del automóvil y la calefacción.
“El ozono es un contaminante que produce irritación de las mucosas principalmente de los ojos, nariz, tracto respiratorio y esta irritación lo que produce es que se puedan desarrollar enfermedades infecciosas”, dijo.
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