Lian Kao, estudiante taiwanesa de 23 años, quedó ciega. Y de una horrible forma. No se quitó sus lentes de contacto en seis meses, y por eso, y por la falta de higiene, una bacteria devoró su ojo, reportó el periódico británico Daily Mail.
Esta bacteria, llamada Acanthamoeba, puede sobrevivir bajo los lentes de contacto y devorar la córnea. Esto puede causar dolor agudo, y allí, el huésped se da cuenta del problema, pero para Kao fue demasiado tarde. Nunca limpiaba su lentes. De hecho, no se los quitaba ni para nadar en la piscina.
Pero muchos están como Lian: no siguen el consejo de evitar usar los lentes de contacto durante más de ocho horas al día. Anualmente, se presentan alrededor de 6 mil casos de una enfermedad ocular grave llamada queratitis microniana. Esta produce la inflamación y ulceración de la córnea, lo que conduce posteriormente a la pérdida de la visión.
Una infección puede ser tratada con medicamentos, pero no son tan efectivos, según los especialistas. Los casos más graves requieren transplante de córnea, pero tienen un alto índice de fracaso.
