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Cinco mitos en la historia de los Mundiales

Comprobadas o no, estas anécdotas mundialistas han quedado en la memoria de los aficionados del fútbol.

Desde 1930, los Mundiales han ido llenando la historia del futbol de hazañas, curiosidades y anécdotas que por su trascendencia o rareza han pasado de generación en generación.

Equipos que aprovechan el parecido entre sus integrantes para hacer más cambios de los permitidos, amenazas de muerte en caso de perder la final de la copa y selecciones que “envenenan” a sus rivales previo a los partidos; son algunos de los extraños casos que encontramos en las 19 ediciones de la Copa del Mundo.

Recordemos las más interesantes.

1

Corea del Norte llegó al Mundial de Inglaterra 1966 sin nada que perder y mucho que ganar… y casi lo logra. La debutante selección asiática fue colocada en el Grupo D del torneo junto con la URSS, Chile y la entonces bicampeona mundial, Italia.

Los norcoreanos llegaron a su tercer partido, precisamente ante los ‘Azurri’, con una derrota ante la URSS y un empate frente a Chile. Sorpresivamente, Corea del Norte se las arregló para derrotar a Italia 1-0 gracias a un gol de Pak Doo Ik, de 30 años, dentista y militar que jugaba fútbol en sus ratos libres.

Esta victoria puso a los asiáticos en cuartos de final, cosa que no esperaban pues ya tenían sus boletos de regreso a casa para la fecha en que terminaran su participación en la fase de grupos.  Además, los hoteles ya no tenían habitaciones disponibles por lo que Corea del Norte tuvo que aceptar el alojamiento que les ofreció una institución religiosa de Inglaterra.

En cambio, Italia debió adelantar su regreso a un país que los esperaba enfurecido por su actuación a la vez que la prensa hacía gala del drama que la eliminación había provocado: “Verguenza Nacional” o “Nuestro fútbol ha muerto”, fueron algunos titulares de los periódicos más importantes de la nación europea.

¿El pretexto? Varios jugadores italianos acusaron a los coreanos de aprovechar el parecido entre ellos para hacer más cambios de los permitidos en el medio tiempo, sin que el árbitro se percatara de ello.
 

2

Inglaterra llegó a México 1970 como el campeón vigente y con la intención de demostrar que con justicia habían ganado el Mundial anterior en casa.

Uno de los pilares del combinado inglés era el arquero Gordon Banks, héroe del título mundial, y que en suelo azteca, también fue de los principales artífices de que la aventura de los ‘Pros’ comenzara de buena manera.

El “Equipo de la Rosa” llegó a cuartos de final en los que se medirían a la Alemania liderada por Franz Beckenbauer. Sin embargo, antes de iniciar el partido, Banks se sintió mal y no pudo iniciar el partido, cediéndole su lugar al suplente Peter Bonetti.

Y aunque comenzaron bien, y llegaron a tener una ventaja de 2-0, un gol del ‘Kaiser’ alemán en el 68′ devolvió a la ‘Mannschaft’ al partido que terminaron ganado 3-2. Beckenbauer comentaría después que ese gol no habría entrado si Gordon Banks hubiera estado bajo los tres palos.

La razón del malestar de Banks fue haber bebido una cerveza en mal estado -alcohol adulterado – la noche anterior al encuentro.

3

En Italia 1990 tuvo lugar el clásico sudamericano entre Argentina y Brasil, y aunque los Albicelestes eran los vigentes monarcas del Mundo, conocían lo peligroso que el “Scratch” podría ser para ellos.

Sin embargo, con solitario gol de Claudio Caniggia, los pamperos se impusieron a los amazónicos. Tras el partido y ya eliminados, varios jugadores brasileños mencionaron que se “sentían atontados”.

¿La razón? Carlos Bilardo, entrenador de Argentina; y el masajista, Miguel Di Lorenzo, le habrían proporcionado a los jugadores de Brasil botellas de agua con sustancias que producían somnolencia; cosa que Bilardo, por supuesto, siempre ha negado; mientras que Maradona ha insinuado que esto quizá podría haber sido cierto.

4

En la segunda edición de los Mundiales, Italia recibió el honor de organizar la Copa de 1934. En aquél entonces, el país mediterráneo estaba bajo el régimen fascista de Benito Mussolini. No había condiciones para el equipo, sólo una: que el trofeo no saliera de Italia; así lo expresó “Il Duce”, como se autoproclamaba Mussolini.

Gran tensión vivieron los jugadores italianos cuando en la final del torneo, Checoslovaquia se adelantó al 76′, pero cinco minutos después los ‘Azurri’ empataron gracias a Raimundo Orsi, y en tiempo de compensación, Angelo Schiavio puso el 2-1 para que la Copa sí se quedara en casa, alargándole la vida a jugadores y cuerpo técnico de Italia.

Sí, porque en una cena Mussolini le había advertido al plantel que sus vidas corrían peligro si llegaban a fallar en la conquista del título. “Usted es el único responsable del éxito, pero que Dios le ayude si llega a fracasar”, le expresó el dictador a Vittorio Pozzo, entrenador del conjuno italiano.

5

El Mundial de Argentina 1978 fue repudiado por varias figuras del fútbol internacional debido a la situación política que vivía el país sudamericano bajo el mando de Jorge Rafael Videla. La intención del gobierno argentino era mostrar una cara diferente de su nación, por lo que la Copa debía quedarse sí o sí en Buenos Aires, a pesar de que la selección no mostraba grandes argumentos para lograrlo.

Con un formato distinto al actual, un triunfo de Brasil sobre Polonia por marcador 3-1 ponía a los locales en una situación muy complicada: derrotar a Perú por más de cuatro goles para acceder a segunda ronda. Argentina no ganó por cuatro goles, lo hizo 6-0 y avanzó en el torneo donde al final se proclamaría campeón del mundo tras derrotar a Holanda en la final.

Tiempo después, contarían que un barco cargado de víveres llegó a Perú procedente de Argentina tras el partido, además, se acusaría al portero argentino nacionalizado peruano, Ramón Quiroga, de “jugar para atrás”.
 

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