Columna: Alcanzar una estrella

Enrique Beas habla sobre el impacto de la llegada de Ronaldinho al futbol mexicano

Una semana atípica para la prensa mexicana que se dedica a la fuente deportiva.

Enfrente de nosotros Oscar Pistorius es declarado NO CULPABLE; la esposa de Rice, jugador dado de baja de los Cuervos de Baltimore y la NFL, salió a defender a su agresor, al amor de su vida; la Selección española de básquet fue eliminada en su Mundial contra su gran rival: Francia. Este fin de semana nos espera una de las grandes peleas del año en Las Vegas, sin mexicanos en el ring.

Por ahí y con fortuna este mismo fin de semana el Chicharito jugará unos minutos al igual que Raúl Jiménez para ser el primer derbi madrileño en la historia con un mexicano por bando en la cancha; y nosotros durante toda la semana hablamos y seguimos hablando de Ronaldinho al Querétaro.

Y saben una cosa, no los culpo, de hecho yo quiero hablar de él, ya NO con el discurso de si es o no el mejor jugador que ha venido en todos los tiempos al futbol mexicano, que para mí lo es, sino más bien de las fórmulas que a veces se necesitan en nuestros espectáculos para que esto mejore en todos los sentidos.

Tampoco quiero tocar el tema de que llegó saltándose algunas reglas que se tenían que cubrir, el alboroto de su papeleo y que, además, la historia del jugador que dieron de baja es macabra, pues lo sacaron por la puerta de atrás sin grandes posibilidades de poder seleccionar su futuro, pero insisto, eso es usual en nuestra Liga. Pero creo que todo en esta ocasión ahora sí es para mejorar, por eso me quiero enfocar en ese punto. Detalles más, detalles menos, un jugador al que pagarán 4 millones de dólares en dos años, hará que esa inversión se recupere en menos de 6 meses sólo en las taquillas y venta de playeras (que por cierto en México no es el gran negocio, a menos que sean las de Chivas, América, Monterrey, Tigres, a veces Cruz Azul y Pumas), un futbolista que de piernas y futbol seguro sí le quedan dos años más de buen rendimiento.

Un lujo será tenerlo y un error de equipos con mayor presupuesto y cartel el no tenerlo. Me encantaría que Dinho cambie el modelo de negocio en esta Liga que vive en la medianía de jugadores extranjeros y mexicanos, entre el discurso de ser cantera y forjadora de futbolistas, pero con la regla de naturalizados con equipos hasta con nueve no nacidos en México en la cancha.

Es la oportunidad de generar que el entretenimiento favorito de los mexicanos avance, tenga algo de más calidad y esto provoque el querer copiar el ejercicio de los Gallos. Seguro será muy complicado ver a Ronaldhino campeón en México con el Querétaro, pero me queda claro que la afición de los niños y de muchos habrán de sentirse más identificados con un club con el que no ha pasado nada en toda su historia. ¡Bienvenidos, bienvenidos! Al momento de alcanzar una estrella en La Corregidora, que podría cambiar a toda una industria. Ojalá así sea.

¡Estás viendo y no ves!

Ahora sí adiós al Foro Sol como recinto beisbolero, y aunque sé que para muchos fue una pesadez, para mí fue el lugar donde me enamoré del Rey de los deportes, así que querido Foro Sol, muchas gracias por tantas buenas tardes de cervezas por entrada, tacos de cochinita y costilla, amigos, mis primeras citas con mi novia y actual esposa, un Clásico Mundial de Béisbol y, obvio, mis Diablos que me dieron grandes primaveras y veranos con mucha diversión.

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