Pablo Marini, técnico del Atlante, se aferra a la posibilidad de que su equipo se mantenga en la Primera División, por la labor de los directivos ante los temas de irregularidades que se presentaron al inicio del torneo y que debieron obligar a Querétaro o Atlas a que descendieran, por haber iniciado con deudas y problemas financieros.
“Existe esa posibilidad y Dios quiera que, por lo que significa el Atlante para el futbol mexicano, se pueda dar solución en la mesa, porque son irregularidades que no se debían haber cometido y se permita al Atlante permanecer en Primera División. No queda más que levantar la cara a pesar de todo el dolor que tiene el grupo y jugar a ganar, por respeto al futbol y todo lo que le rodea. Por eso vamos a poner el mejor equipo y ganar, por respeto al equipo, a los directivos, a los aficionados y a los rivales que están peleando por llegar a la Liguilla”, dijo el técnico, quien reconoció que el ánimo de su equipo está por los suelos.
“Estamos muy mal anímicamente, en lo particular, muy golpeado. Pero nos debemos a la profesión, con todo el dolor que significa jugar este partido, pero lo haremos de la misma forma, entregándonos al ciento por ciento, brindando una pequeña sonrisa a nuestra afición”.
A sabiendas de que aún logrando terminar dentro de los primeros ocho lugares de la tabla general le daría la oportunidad de disputar la Fiesta Grande, al tratarse de un equipo descendido, Marini lamentó que el futbol mexicano sea cruel en ese sentido.
“Sin duda (es cruel). A lo mejor con estos antecedentes se pueda prever esta situación y que el que califique tenga oportunidad de jugar y se salve, pero no está en nuestras manos, pero sí que (Atlante) se pueda salvar por los temas comentados de irregularidades al inicio del torneo”, señaló.
Finalmente, Marini ofreció disculpas a todos, por no haberse cumplido el objetivo de la salvación, aunque siempre confió en sus jugadores, por la garra que mostraron a lo largo del torneo.
“Quisiera agradecer y pedir disculpas al mismo tiempo, a la gente que confió en nosotros, a los directivos, colaboradores y afición. Y quitarme el sombrero ante el plantel, por lo que hicieron, pero disculpas sinceras por no haber conseguido el objetivo, a pesar de estar convencidos de lograrlo. Todos tenemos un grado de responsabilidad”, finalizó.
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