Sin duda el Gran Premio de Mónaco es sinónimo de glamour, historia y leyendas del automovilismo, pero este fin de semana será recordada con nostalgia la carrera del año pasado, donde el piloto francés Jules Bianchi del equipo Marussia obtuvo sus primeros dos puntos tras finalizar en la posición ocho, aunque una sanción de cinco segundo lo llevó a la P9.
Después de una penalización que lo colocó en el penúltimo cajón de la parrilla de salida, Bianchi remontó hasta la zona de puntos, consiguiendo el mejor resultado de su trayectoria, tanto para él como para el equipo Marussia.
El equipo de Manor, antes Marussia, creó unas pulseras para el GP de Montecarlo en honor al joven volante, que se encuentra en coma desde su accidente en el GP de Japón, en octubre del año pasado, cuando se impacto contra una grúa que asistía el carro de Adrian Sutil durante la carrera.
A siete meses de los hechos, Phillippe Bianchi, padre del piloto, informó a un canal francés que la evolución en el estado de salud de su hijo no es satisfactoria.
“Cada noche dormimos con el teléfono al lado y cuando nos levantamos por la mañana pensamos en la vida de Jules, pero también en la muerte. Estamos obligados a hacerlo en una situación en la que sabemos que le pueden pasar muchas cosas”, declaró el señor Bianchi.
Actualmente Jules se encuentra internado en un hospital de Niza a 22 kilómetros de donde estarán rugiendo los motores en estos próximos días, donde él siguirá luchando por su vida.
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