Christian Martinoli es el narrador más conocido de México. Su estilo irreverente y sarcástico a cautivado a miles de aficionados al futbol que lo han convertido en una celebridad más.
Criticado por muchos, pero seguido por más, Martinoli es uno de los personajes más importantes de la televisión mexicana y aquí te traemos las 10 cosas que no sabes de él.
1.
Su padre es argentino y su madre mexicana. Vivió en el país sudamericano hasta los ocho años, en que se mudó con su madre a Toluca tras la separación de ellos. Por ello, apoya a ambas selecciones y reconoce que es para él incómodo cuando se enfrentan.
2.
En la narración, su ídolo es Gerardo Peña. El ritmo, el estilo y el ímpetu del narrador lo inspiró cuando decidió dedicarse a esto, e incluso buscó hacérselo saber de alguna manera por medio de una persona que trabajaba con él, pero nunca supo si Peña se enteró de ello.
3.
Su jugador favorito es Diego Armando Maradona, creció admirando al astro argentino y tuvo la oportunidad de narrar su partido de despedida, algo que lo conmovió y dejó impactado por el resto de su vida debido a que el “10” terminó ese encuentro de rodillas, llorando y agradeciendo al público.
4.
Él le puso el apodo “Doctor” a Luis García. Junto con sus compañeros de Azteca Deportes, Martinoli asegura que debido a los varios divorcios que el ex futbolista tiene, conoce bastante de leyes y “sabe más que un abogado“, es decir, ” tiene un doctorado en leyes”, por ello el famoso apodo.
5.
Martinoli ha “tentado” a otras televisoras, pero él se ha mantenido en TV Azteca. En 2007, ESPN buscó ficharlo, pero lo que le ofrecieron era menos de lo que ganaba en ese momento, y debía cambiarse de lugar de residencia.
También Televisa lo buscó por medio de un intermediario, pero el narrador asegura que no tiene pensado cambiar de televisora porque en Azteca tiene un “trato preferencial”, y se siente bien trabajando para ellos.
6.
Varias de sus frases se han hecho tan populares que son repetidas por la afición mexicana, pero la más famosa de ellas es “¿De qué te vas a disfrazar?
Esa frase nació en el proceso eliminatorio del Tri Sub-23 rumbo a los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, gracias a las incontables fallas de Santiago Fernández, además del penal. A final de cuentas, México quedó eliminado y entonces Martinoli pensó:
“Y este wey ¿de qué se va a disfrazar? ¿Cómo va a salir del estadio? ¿Qué máscara se va a tener que poner para que no lo linchen?”
7.
Una de las principales anécdotas que Martinoli tiene con José Ramón Fernández, es el día en que ambos se conocieron.
El joven narrador, “recomendado” por Jaramillo, quien trabajaba en el área de deportes de Azteca, fue a la oficina de “Joserra”. Su secretaría, “tratándolo un poquito mal” lo hizo esperar y cuando por fin salió el periodista de su oficina, le preguntó a qué venía y qué quería. Martinolli respondió que lo había mandado el señor Jaramillo. “¿Y usted qué hace?”, le pregunto. “Yo narro, soy narrador“, le respondió.
Entonces “Joserra” lo sentenció: “¿Ah sí? ¿Usted qué narra? ¡Usted es un pendejo!“, y tras decirle eso, se retiró dándole un “zape”.
8.
Hoy, Martinoli está casado y tiene dos hijas. Su esposa, Claire Chevalier, es francesa y la conoció porque ella trabajaba en el área de relaciones públicas de TV Azteca. La primera vez que él la invitó a salir, ella lo rechazó, pero después comenzaron una relación y cuatro años después, se casaron en Acapulco. En diciembre de 2009 nació su hija Chiara, y en mayo de 2013 llegó la segunda niña, Chloe.
9.
Una de las travesuras que más recuerda es la que le hizo a su bisabuela cuando tenía 3 ó 4 años de edad. Ella tenía una mecedora, que al pequeño Christian también le gustaba; y cuando él estaba en la mecedora, llegó la bisabuela a pedirle que se quitara porque ella se quería sentar, Christian se resistió a levantarse pero finalmente se quitó.
Molesto, el niño fue por la manguera con la que regaban las plantas… “Y sí, mojé a mi bisabuela… pues para que le llegara, no?“
10.
Su mayor “oso” fue cuando debió ausentarse por casi 10 minutos en una transmisión en vivo porque un dolor de estómago lo envió al baño.
“Después de aguantarme 60 minutos retorcijones impresionantes, no pude más. No sé cómo dejé ese baño, supongo que terrible, sudaba frío. Lamentable“, comentó el narrador.
Pero luego recordó que fue lo peor del momento: “Y justo cuando estaba en el baño, ¡cayó un gol!
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