Por cuarto año consecutivo los Cowboys de Dallas se juegan la temporada en un partido. En 2011, 2012 y 2013 salieron con las manos vacías en el duelo por el título de la División Este de la Conferencia Nacional ante Giants, Redskins e Eagles respectivamente. El domingo vuelven a chocar contra Filadelfia en un encuentro que seguramente definirá al campeón divisional.
Aunque ambas escuadras tienen marca de 9-4, Filadelfia cuenta con la ventaja por haberse impuesto a Dallas hace dos semanas en el primer choque. La victoria de Cardinals el jueves deja a Seahawks como casi seguro ganador de un puesto de comodín, por lo que sólo quedaría un boleto a la postmporada y el perdedor del Cowboys-Eagles vería en peligro sus aspiraciones de playoffs.
Luego de un gran inicio con seis juegos ganados en forma consecutiva en los que se impusieron a Saints y Seahawks, los Cowboys han perdido fuelle y están en la incómoda situación de años anteriores, obligados a ganar y metidos en una olla de presión en la que abundan los señalamientos sobre su falta de carácter en los partidos grandes.
No podía ser de otra manera. Un equipo ganador de cinco Super Bowls que en los pasados 18 años sólo cuenta con un triunfo en postemporada ha tenido al alcance los playoffs en años anteriores para dar sus peores partidos de la campaña en el momento cumbre. En 2011, los Giants, que ganaron el Super Bowl semanas después, los apalearon 38-14 con gran actuación de Eli Manning y números pobres para Tony Romo, quarterback de Dallas. En 2012 la cita fue ante Redskins, quienes enviaron a su running back Alfred Morris a arrollar a la defensa texana hasta acumular 200 yardas por tierra; en contraparte, Romo lanzó tres intercepciones. En 2013 se midieron a Eagles sin Romo, fuera por una lesión, pero su sustituto Kyle Orton siguió el guión y entregó la pelota en la serie definitiva.
Hace dos semanas los Cowboys fueron víctimas de los puntos débiles de su estrategia para la campaña. Con la peor defensa de la liga en 2013 no eligieron un refuerzo para esa unidad, ni lo buscaron, sino un linemen ofensivo bajo la lógica de contar con un juego terrestre poderoso que aliviara la presión sobre Romo. La estrategia funcionó, pero en las derrotas ante Washington y Filadelfia mostraron que si este equipo queda en desventaja pronto le es casi imposible remontar. Eagles llegó a alinear a ocho defensas en la línea para evitar las carreras de DeMarco Murray y limitó al líder corredor de la liga a 73 yardas.
Por aire Dallas ha tenido números discretos. Romo suma 2.923 yardas y 25 touchdowns, muy lejos de Andrew Luck, primero en la NFL con 4.305 yardas y 36 anotaciones. Sólo Dez Bryant ha rebasado la marca de 1.000 yardas avanzadas por pase mientras que Jason Witten, el seguro de vida de años anteriores, apenas tiene 492 y va en camino a su producción más baja desde su campaña de novato.
Filadelfia luce con ventaja. En el primer choque su ataque perforó una y otra vez a la defensa de Dallas. LeSean McCoy tuvo su mejor partido de la temporada con 159 yardas por tierra mientras que Mark Sánchez acumuló 217 por aire.
Pero la semana anterior, Seattle visitó a Eagles y dominó 24-14. Sánchez fue maniatado y apenas logró 96 yardas, lo que llevó al defensive end Michael Benett a decir que había estado “haciéndose pasar por un buen quarterback”. El problema para Dallas es que su defensa hace lucir como una potencia casi a cualquiera. Austin Davis, mariscal apenas promedio de los Rams, consiguió 321 yardas contra ellos en la jornada tres; Arian Foster, de los Texans, corrió para 157 en la cuarta, Colt McCoy acumuló 299 para Redskins en la octava, e Eli Manning logró 338 en la 12da. En resumen, Dallas está obligado a contestar golpe por golpe al ataque de Filadelfia, el segundo con más puntos de la Conferencia con 389, o verá alejarse los playoffs una vez más. Para desconsuelo de sus seguidores si ganan todavía tendrán un duelo durísimo ante Colts en la jornada 16.
MOMENTO DE TODO O NADA
En esta jornada pueden decidirse varios títulos divisionales. Si Patriots vence a Dolphins amarra campeonato, lo mismo sucederá a Broncos si derrota a Chargers. San Diego, por su parte, está obligado a vencer ya que es uno de tres equipos con marca de 8-5 que pelean por dos boletos de comodín en la Americana. Puede ser su momento, ya que Peyton Manning no ha brillado en las dos semanas anteriores y San Diego se ha crecido en momentos de presión.
En Seattle, los 49ers tienen su última llamada. Otra derrota y se perderán la postemporada por primera vez en cuatro años mientras que Seattle quiere llegar enrachado a su duelo de la próxima semana contra Cardinals por el título del Oeste. Saints y Falcons, ambos con 5-8, están el frente de la División Sur de la Nacional y enfrentan a Bears y Steelers el lunes y domingo respectivamente. Las oportunidades se agotan para ambos.
La jornada comenzó el jueves con el triunfo de Cardinals 12-6 sobre Rams.
En otros partidos del domingo, Redskins visitan a Giants, Raiders a Chiefs, Texans a Colts, Bengals a Browns, Jaguars a Ravens, y Packers a Bills.
Buccaneers reciben a Panthers, Jets se enfrentan a Titans y Vikings a Lions.
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