Rogelio Chávez no tiene tiempo para lamentarse por los dos penaltis que falló con Cruz Azul contra el Chorrillo FC en la Concachampions. Los errores ya quedaron atrás y él se siente de nuevo con la confianza para cobrar de nuevo.
“En todos los penaltis que había tirado no había fallado, ahora me toca fallar dos pero así es el futbol, ¿quién no ha fallado un penalti? Fallan los que se atreven a tirarlos. Si me toca tirarlo de nuevo, lo haré”, dijo Chávez.
El martes pasado, a Cruz Azul le cometieron tres penaltis. Chávez tiró los dos primeros, ambos hacia su derecha. El primer disparo pasó fuera de la portería, el segundo pegó en el poste. En el tercer penalti, Rogelio decidió no cobrarlo y lo hizo Marco Fabián, quien metió el gol, el tercero en el juego.
Chávez se había ganado el honor de ser el cobrador de penaltis en Cruz Azul. Se había caracterizado por su precisión, hasta el juego del martes.
“El profe (Luis Fernando) Tena habló conmigo, también me apoyó mucho mi familia”, añadió Chávez.
“Sigo creyendo en mí, confiando en mí. Qué bueno que me pasó ahora en la Concachampions y no en el torneo (de Liga)”.
Después de fallar dos penaltis, un sector de los aficionados de Cruz Azul en el Estadio Azul lo abucheó cada que tocó el balón. Chávez negó que le molestara.
“Una parte del estadio que empezó a gritar. Se respeta. Pagan un boleto para ir a echar porras o a gritarle al jugador, pero yo me quedó con la afición que me apoya. Soy un jugador muy regular, no por ciertas personas me voy a quedar abajo”, explicó.
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