“Apenas unos resquicios de la máscara permitían observar algunos rasgos de su semblante serio, sin preámbulo para la entrevista. Atlantis se sentó en un sillón con las manos chocando entre ellas para dar paso a su punto de vista sobre la lucha máscara contra máscara frente a Último Guerrero este viernes a las 20:30 en la Arena México, que celebra su LXXXI Aniversario con un platillo de lujo, de esos que ya se extrañan en la lucha libre mexicana.
Enfundado en una camisa blanca y un pantalón azul, el ídolo de los niños no luce con esa simpatía que se podría esperar como cuando está sobre el ring. Su voz se escucha titubeante, entrecortada por momentos… está nervioso y se le nota desde que empieza a responder nuestros cuestionamientos, sabe que no será sencillo porque tal vez la “maldad” de su temido contrincante le cobre factura sobre el ring.
“Estoy bastante nervioso y bastante concentrado para el 19. No hay marcha atrás, es un compromiso muy importante para la carrera de Atlantis. Me estoy preparando excelente, un 110% por ciento, es una preparación de calidad no de cantidad y ya estoy puestísimo. Sé que Último Guerrero ya está contando, las horas, los minutos y los segundos. Me voy a enfrentar a un gran guerrero al que quiero ganarle la máscara. Yo esta máscara la voy a defender a capa y espada, a sudor y a sangre. Esta máscara es la mitad de mi vida”.
Diferente a la postura “dicharachera” y expresiva de Último Guerrero, quien habló sobre los factores que terminaron con la amistad forjada durante los siete años que lucharon juntos, Atlantis prefiere dejar todo en el pasado: “Él (Último Guerrero) ocasionó este tipo de cosas, él me dejo de hablar, pero a eso ya hay que darle vuelta a la hoja. Lo que me importa es el 19 de septiembre, él dice que me va a ganar, pero a ver si es cierto. Posiblemente la gente vea a Atlantis sin máscara. Yo salgo perdiendo más que Último Guerrero, tengo 31 años de carrera, tres películas, he estructurado mi nombre en los niños, por eso Atlantis es el ídolo de los niños”.
“En los matrimonios siempre hay una gotita que derrama el vaso. Él señor a mi me dio la espalda, me dejó de hablar, yo lo quería buscar y ya no tuve respuesta de él, entonces arriba del ring uno está de muy pocas pulgas porque la adrenalina está al 150 por ciento y a veces uno doce incoherencias, dice cosas que no y a él se le soltó la lengua y apostó a que se jugaba la máscara y vamos adelante”.
Por otra parte, en cuanto a la parte más complicada para llegar a la cima de la lucha libre nacional, Atlantis parece con pocas ganas de recordar, pero inevitablemente abre un poco la “ventana” del pasado: “Todo es difícil, todo cuesta. Atlantis desde que debutó fue una gente (sic) con mente abierta. Todas las metas que se ha propuesto las ha cumplido, ha sufrido sangre, sudor y lágrimas. Y dejar a mi familia (fue lo más difícil).
Y no podía faltar el mensaje para Último Guerrero: “Nomás que se prepare y nos vemos el 19, tú querías frente a frente, máscara contra máscara con Atlantis, ya te concedí el deseo. Nos vemos el 19 a ver de que cuero salen más correas. Te espero arriba del ring”, concluyó Atlantis.
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