El clavadista mexicano Rommel Pacheco, una de las grandes esperanzas de medalla para su delegación, no cumplió con las expectativas el martes al finalizar en el séptimo puesto en la prueba de trampolín de los Juegos Olímpicos de Río.
La prueba fue ganada por el chino Yuan Cao con 547.60 puntos. La plata se la llevó el británico Jack Laugher con 523.85 y el bronce es para el ruso Evgenii Kusnetzov con 498,90.
Pacheco, número dos del mundo para la Federación Internacional de Natación (FINA), acumuló 451.20 unidades.
«No me salieron las cosas como yo hubiera querido, no sé qué pasó porque en las dos fases previas venía bien y en la final no fue del todo como hubiera querido, pero así es el deporte», dijo Pacheco al final de la competencia.
El mexicano mostró credenciales para subir al podio tras finalizar segundo en las dos clasificatorias realizadas en el último par de días en Río, pero en la final tuvo un comienzo desastroso con sus dos primeras ejecuciones y nunca pudo enderezar el camino para pelear por su primera medalla olímpica.
«Empezar con un clavado así te complica para poder remontar, queda siempre hasta el final seguir luchando pero fue difícil», agregó el clavadista de 30 años, que en febrero pasado se coronó monarca de la Copa del Mundo —también en el complejo acuático María Lenk.
La del martes fue quizá su última prueba en Juegos Olímpicos, pero el retiro inmediato no está en planes.
«No me retiro, aún no sé cuánto tiempo más continuaré, pero estoy en buen nivel físicamente y también me gusta hacer lo que hago. Seguiré hasta que diga ya no puedo más», subrayó.
Extinta la posibilidad de medalla en trampolín, a México le quedan dos pruebas para evitar irse en blanco en los clavados: Plataforma de hombres y de mujeres —donde competirá la veterana Paola Espinosa, la clavadista más laureada en su historia.
Los clavados, la disciplina que más medallas ha dado a México en su historia olímpica, no ha redituado los resultados que los aztecas esperaban en Río. Luego de concluidas las primeras cuatro pruebas, sus mejores actuaciones son los quintos puestos de plataforma sincronizada en ambas ramas, con las duplas conformadas por Germán Sánchez e Iván García y Espinosa y Alejandra Orozco.
La última vez que México regresó de unos Olímpicos sin una sola presea en clavados fue en Atenas 2004.
En su primera ejecución del martes, Pacheco se alejó de los primeros puestos con un clavado de 3,4 grados de dificultad en el que no entra vertical al agua y por poco se golpea con el trampolín. Por esa ejecución, el mexicano fue penalizado con calificaciones de 4,5 y 5,0 puntos para un total de 45,90, el más bajo de toda la primera ronda.
Su segundo clavado fue sólo un poco mejor con puntuaciones de 6,5 para un total de 58,50 que lo mantuvieron último entre los 12 clavadistas y que terminaron por sepultar cualquier posibilidad de remontada.
Pacheco no dejó el fondo de la prueba hasta luego de la cuarta ronda. Su mejor ejecución de la noche fue la última y gracias a eso alcanzó a finalizar en el séptimo escaño.
«Cerré bien porque quería terminar con un buen clavado», concluyó Pacheco. «Quería despedirme bien de Río».
Aunque lo hará sin una medalla.
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