El especialista José Luis Góngora Alfaro advirtió que si un joven genera adicción a las tecnologías y se vuelve socialmente aislado, es más vulnerable a la depresión, por lo que es fundamental la responsabilidad de los padres de familia.
El académico del Centro de Investigaciones Regionales Doctor Hideyo Noguchi de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) reiteró que es en los padres donde recae la responsabilidad de estar atentos de las necesidades de los hijos.
Explicó que cuando a un joven le gusta la tecnología y distribuye su tiempo con amistades, tiene buenas relaciones y resuelve sus conflictos, puede manejar estas herramientas y ser resistente a la depresión.
El coordinador del Cuerpo Académico sobre el Estudio Integral de las Transformaciones Funcionales y Degenerativas del Sistema Nervioso Central dijo que muchas personas piensan que la adolescencia es disfuncional, y no es así, es una etapa donde la persona deja la niñez para ser adulto.
Refirió que no es posible sustraerse de los avances tecnológicos, es “como si nos hubiésemos sustraído de la industria automotriz al momento de su surgimiento”.
El especialista indicó que la depresión es una enfermedad incomprendida, “se oye sencillo, pero las personas que alguna vez padecieron depresión mayor narran que es algo que no pueden controlar”.
La depresión, remarcó, es la enfermedad del siglo XXI, “es resultado del estilo de vida occidental que nos lleva, entre otras cosas, a realizar las cosas de prisa, con perspectivas laborales nada buenas, generando desesperación al no tener seguridad económica”.
Además, están asociadas enfermedades como la obesidad y el síndrome metabólico y en las personas de edad avanzada, por el deterioro natural del cuerpo, hay mayor disposición a la depresión.
