Es el caso del Fujitsu F-03C, un dispositivo de NTT DoCoMo lanzado sólo en Japón en noviembre de 2010 que cuenta con pantalla LCD de dos pulgadas, cámara de 12.2 megapíxeles, exterior a prueba de agua y sistema operativo propio que sigue teniendo un éxito notable, según The Wall Street Journal.
El aparato tiene una característica que atrae a sus fieles consumidores: oculta llamadas, textos y contactos de usuarios protegidos por lo que es conocido como el “teléfono de la infidelidad”.
Su popularidad ha sido tan duradera entre los clientes que no creen que los nuevos smartphones sean tan discretos para ocultar sus romances ilícitos que Fujitsu ha considerado incorporar algunas de las configuraciones de privacidad de ese modelo en sus nuevos celulares con sistema Android.
El teléfono en modo privado se activa con un código y presenta la pantalla como si estuviera desbloqueada. Cuando un contacto privado manda un mail o mensaje de texto, el teléfono muestra un cambio de color sutil en el icono de la batería o cobertura. Cuando hace una llamada oculta el nombre del contacto para no levantar sospechas.