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Por Viajeros
Esta hermosa población de Guanajuato, famosa por la calidez de su gente, sus artesanías, oferta cultural y de servicios, presume sin disimulo su riqueza histórica y arquitectónica a visitantes de México y el mundo.
Para descubrirla, nada mejor que comenzar por su Centro Histórico. El punto de partida: la Parroquia de San Miguel de Arcángel, referente de esta ciudad.
Caminar por sus empedradas callejuelas o a bordo del tradicional tranvía es una muy buena forma de comenzar a enamorarse de San Miguel.
Otra opción para disfrutar de sus empedrados al caer la noche es acompañando a una estudiantina en una “callejoneada”, mientras se brindan por los amores perdidos y los recientes. Es fácil encontrar a estos grupos los fines de semana.
Una vez “peinado el terreno” nada mejor que hacer una de las actividades preferidas: las compras. Y para ello San Miguel de Allende se pinta solo. Galerías de arte, tiendas de antigüedades, de artesanías y de productos típicos regionales son parte de la oferta.
Para recuperar energías, la ciudad tiene restaurantes para todo tipo de presupuestos y gustos; bares, spas y hoteles de lujo como Casa de Sierra Nevada; la Puertecita Boutique; el Hotel Matilda, famoso por las obras de arte que resguarda y su estilo contemporáneo; Nirvana, en Atotonilco; o el Hotel Rosewood, que en poco tiempo se ha convertido en importante escenario de eventos culturales y festivales en la ciudad.
IMPERDIBLES
– Fábrica La Aurora, un centro cultural con galerías de arte y diseño vanguardista.
– Instituto Allende, famoso por sus murales y patios en donde la cultura, arte y gastronomía se unen para sorprender a sus visitantes.
– Capilla de Indios, a las afueras de la ciudad, conjunto de capillas virreinales prehispánicas cuyo diseño y arquitectura contrastan con el paisaje o bien el Jardín Botánico, en donde –entre peñascos y matorrales- se aprecian vestigio de antiguos acueductos.
Más información: www.visitsanmiguel.travel
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