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Cuando la inspiración ataca no hay forma de huir. Dicha situación la saben aprovechar muy bien los diseñadores de moda y en cuanto ven una musa por más monstruosa que sea, no la dejan escapar.
Estas figuras llevan a los creadores de colecciones a diseñar vestidos o trajes que recuerdan a personalidades de películas, series o historias míticas; siempre dándole un toque temporal apto para las pasarelas del momento.
Uno de los ejemplos más recientes es David Delfín, quien se vio totalmente identificado con el personaje de Natalie Portman y creó un traje de noche, mitad blanco y mitad negro, el cual representa la metáfora entre el bien y el mal.
Otro inspirado fue Óscar de la Renta; él vio en los cuadros de Picasso monstruos que le dieron ideas para vestir, de forma sofisticada, a una mujer. Declaró que las creaciones de su colección Resort 2012 son muy expresivas y están llenas de temores plasmados en tela.
No sólo el miedo ayuda a diseñar prendas, ya que en 2009, la visión de la muerte ante un arma de guerra, una catana, dio rienda suelta a los creadores del prestigiado reloj Ananta de Seiko. Ambas piezas se relacionan porque simbolizan la precisión, el arte milenario y la artesanía oriental.
El calzado deportivo no se quedó atrás y la firma lanzó una colección inspirada en los monstruos de la mitología japonesa, entre 1950 y 1970.
El más pedido fue el Terror king, el cual tenía un acabado en piel que imita la piel de Godzilla.
Los monstruos también se inspiran, Lady GaGa se dejó guiar por Audrey Hepburn en su papel como Holly Golightly en Breakfast at Tiffany’ s.
