A usted le ha costado mucho hacerse de su Audi, Mercedes, BMW o bien su Mazda, Honda, Ford o su camioneta Honda CR-V. Repentinamente se da cuenta que de lo que pagó por el coche, resulta que ya le perdió entre 25 y 35% simplemente por haberlo rodado. Le da coraje y cuando trata de cambiarlo después de tres años de uso o con tan solo 30 mil kilómetros, se da cuenta de que le dan la mitad o menos de lo que pagó por él.
¿Cómo se fija este precio que en ocasiones raya en lo absurdo? Nadie lo sabe con certeza. Está por un lado el Libro Azul que muchos lotes de autos toman como referencia cuyos precios disminuyen el valor del coche de manera un tanto arbitraria y con un factor que pondera la inflación menos el uso en kilómetros y de ahí que salga un precio tan castigado.
Está por otra parte la Guía Autométrica que toma en cuenta, se acuerdo con los que la editan, el ponderado entre precio de venta y precio de compra del mercado que publican y que las mismas agencias toman como referencia cruzando ambos instrumentos.
Si a estas guías le agregamos que usted no encera su coche con cada cambio de estación, si fuma dentro del mismo o si tiene muchos golpecitos o descascaradas las defensas por el uso cotidiano, pues es un mal negocio de todas, todas.
Lo que me permito sugerirle, a la hora de poner a la venta su coche, es que en primer lugar ponga un número de oficina y no ponga su teléfono celular. Si usted pone datos muy personales, está poniéndose en alto riesgo.
En segunda instancia, dele un buen mantenimiento tanto al motor como a la carrocería. El motor no lo lave hasta que vaya a vender el coche, no hace falta y por el contrario, el agua a presión puede aflojar mangueras o bandas.
En tercera instancia, trate de venderlo primero entre amigos y conocidos. Use los anuncios clasificados de su lugar de trabajo. No se exponga a que le den un cheque sin fondos.
En cuarto lugar, no entregue la factura hasta que el dinero haya caído en su cuenta. Ya he escuchado de mucha gente que pierde su coche por confiarse demasiado. Recuerde que “el mañana le pago” es uno de los mitos del mexicano.
En quinto lugar, le sugiero que aparte de esas dos guías, investigue en Internet cuál es el precio real de su coche y sumado a esto, puede preguntar en sitios de aseguradoras para tener un panorama más completo.
En sexto lugar, firme carta responsiva deslindándose de la propiedad del vehículo para que no se vaya a ver involucrado en un mal uso del mismo.
Si usted está comprando, revise que el coche no tiene reporte de robo o siniestro. Por último, evite usar el coche para lo que no es. El coche no es recámara, comedor o cocina. El automóvil es un medio de transporte y no la extensión de su casa. Úselo para lo que es, cuídelo y verá que le darán más dinero desde el asiento trasero.