Compras tapan carencias y hasta insatisfacción sexual 

Datos. El 80% consume para vencer la tristeza, depresión y conflictos de pareja; visitar las tiendas es una droga que da poder y placer

¿Alguna vez te has preguntado qué te motiva a comprar? ¿Qué pasa en tu mente cuando lees las palabras oferta, descuento o rebajas?   

Un estudio publicado por la revista Business Week reveló que siete de cada 10 decisiones de compra se basan en “resortes emocionales”; es decir, en las sensaciones, sentimientos, enojos o estados de euforia que experimentan las personas al visitar las tiendas.

Tal análisis es reforzado por especialistas como Andy Stalman, quien a través del sitio MarketingNews.es aseguró que hasta 80% de las compras responde a dichas condiciones, las cuales son magnificadas por la publicidad y las promociones que ofrece cada local.

Nash Amaya, comunicóloga y especialista en Bienestar, explicó que, efectivamente, sólo 20% de las adquisiones que efectúan los adultos de nuestro país responden a motivos racionales como utilidad, precio, beneficios, necesidad, precio, rebajas y dinero suficiente para pagar o, bien, la combinación de varios de estos factores.     

El resto de las operaciones obedecen a emociones, tristeza, depresión, problemas de peso, carencias personales o profesionales  y hasta insatisfacción sexual o de pareja.

En el marco del arranque del Buen Fin 2014,  que inicia este viernes 14 de noviembre, la especialista explicó que miles de clientes sufren el síndrome del consumo emocional, el cual –a través de las compras– provoca  una sensación de euforia, poder y control sobre los sentimientos que hacen desaparecer momentáneamente dichas carencias.

Para el cerebro, apuntó la especialista, las sensaciones antes descritas se asemejan al consumo de alguna droga recreativa, ya que la acción de poseer bienes y disponer de las ofertas o rebajas liberan las hormonas conocidas como del placer (oxitocina, dopamina y vasopresina).

El problema es que la novedad y la satisfacción que provocan los artículos o servicios contratados no dura más de tres meses; a los seis, ya nos acostumbramos a ellos y pasado ese periodo suelen convertirse en objetos que ya no son importantes y, en caso de  haberlos adquirido a meses sin intereses o con tarjetas de crédito, se convierten en deudas y pago de réditos.

En nuestra galería las principales motivaciones que llevan a comprar a los mexicanos. Si necesitas mayor información sobre temas de bienestar y desarrollo, visita el sitio yosoynash.com o envía un mensaje en Twitter.com a @yosoynash

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