Fruta. Es la ofrenda que brinda la naturaleza y a la que ha regresado el cuerpo, lo físico. Su uso en las ofrendas es para mayor gozo y variedad de los muertos
Velas y Veladoras. Alumbran el camino desde el mundo de los muertos hasta el lugar donde seran recibidos por los vivos. Es la guía que lleva a buen “puerto” al difunto para disfrutar de las viandas que le han puesto en su honor
Calaveritas de azúcar o chocolate. Símbolo de que la muerte siempre está cerca. Las culturas prehispánicas tallaban cráneos en piedra y obsidiana para rendir tributo y respeto a los difuntos
Sal. Es un elemento de purificación. Ayuda a que el cuerpo no se corrompa o pudra durante el largo viaje que hacen los muertos desde su mundo hasta el nuestro
Agua. Representa la fuente de la vida. Se ofrece a las ánimas para que sacien y calmen su largo peregrinar. Aunque se pueden dar otras bebidas o licores, el agua es esencial para el ser humano y para los muertos que regresan a festejar
Copal e incienso. El copal era usado por las culturas prehispánicas para purificar el ambiente y hacerlo ameno para el lejano visitante. Sirve para alcanzar la reflexión. El incienso llegó con los españoles y por tanto fue utilizado posteriormente
Camino de Flores. En algunos lugares, donde las ofrendas son grandes, se hace un camino con petalos de flores (cempasúchil amarillo y morado) para dar la bienvenida. Sirve para guiar al difunto del mundo de los muertos hasta el altar diseñado para él
Alimentos favoritos. El único propósito de poner alimentos y bebidas es agasajar al invitado especial, con los platillos que eran sus favoritos en vida
Papel picado. Sirve para dar colorido y mayor atractivo al altar para el visitante
Imágenes de los difuntos. Es un tributo y recordatorio de a quien o quienes se le está erigiendo el altar
Atole, café, chocolate y demás bebidas. Es parte de la esencia aromática para atraer a los difuntos y una forma de compartir lacon el alma del muerto
Tierra. Tiene como referencia el dicho religioso: “Polvo eres y en polvo te convertirás”, como referencia a la naturaleza. Se usa en el altar para refrescar los pies de los difuntos, quienes llegaron después de caminar mucho
El próximo 1 y 2 de noviembre se celebrará en México y en diferentes partes del mundo a los muertos o como en la tradición religiosa se ha dado en llamar “Los Fieles Difuntos”.
La tradición católica y la prehispánica se conjugan para dar vida a una celebración muy colorida en nuestro país, en la que vivos y muertos conviven por tres días.
Aunque hay muchas formas de erigir un altar, los tradicionales son de siete pisos, que representa el número de pasos que el muerto debe dar para descansar.
El de tres pisos es funcional, porque no necesita de mucho espacio y tiene los elementos necesarios: En el primero, la foto o imágenes de los difuntos; segundo, alimentos, bebidas y dulces; tercero, flores, tierra, braceros, sal, y elementos para ayudar a descansar a los muertos.